Alejandra Palacios, presidenta de la Cofece; una paladín antimonopolio

Karla Ponce

Su tono de voz firme. Es Alejandra Palacios Prieto, la primera mujer en llevar las riendas de la política de competencia económica, la cual, asegura, es más poderosa que la social debido a que mejora el acceso a los mercados y corrige su funcionamiento, lo que genera que el dinero de las familias mexicanas alcance para más.

“La política por la política, o la grilla por la grilla, no es algo que me interese, lo que me apasiona es tomar decisiones técnicas que tengan un impacto real en la vida de las personas”, dice esta mujer que no conoce de medianías.

Entrevistada en la oficina donde opera desde septiembre de 2013, donde tiene como foto principal a unos niños tarahumaras que, confiesa, le sirve como recuerdo de las personas para las que trabaja, reconoce que hoy la Comisión Federal de Competencia Económica, la Cofece, es más temida que hace cuatros años.

¿La razón? Se han sentado las bases para crear una institución autónoma para hacer frente a las numerosas empresas que, en diversos sectores, ponen trabas a la competencia, lo que provoca altos precios.

“El problema nunca han sido las empresas que se portan mal, sino que el gobierno protegía a grupos, y esos grupos protegidos extraían rentas, y esas rentas les permitían crecer en un mercado en el que por la reglas otros no podían entrar”, explica Janna, como la llaman sus familiares y amigos más cercanos.

La fórmula para erradicar este fenómeno ha sido centrase en la aplicación de la ley a través de persecución y sanción de conductas anticompetitivas, la promoción de la cultura de la competencia, además de una serie de acciones para convertirse en ombudsman en la materia.

MANOS A LA OBRA

Los resultados hablan por sí mismos. En lo que se refiere a la sanción de prácticas anticompetitivas, el organismo a su cargo impuso una multa histórica por mil 100 millones de pesos contra las Administradoras de Fondos para el Retiro Profuturo GNP, Sura, XXI Banorte y Principal, así como a 11 personas físicas por la comisión de prácticas monopólicas absolutas. “Pero lo mejor es que a tan sólo un mes de haberlo hecho, Principal pagó su multa, lo que significa que la investigación estuvo bien hecha, por eso aceptaron pagar y no recurrir al Poder Judicial a litigar la decisión.

Si hubiéramos hecho una mala investigación, si la práctica no hubiera sucedido, la empresa hubiera actuado de manera distinta”, refiere esta economista por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).

En lo que se refiere a la promoción de la cultura de la competencia considera que el caso más exitoso es la aplicación móvil que conecta pasajeros con conductores de vehículos registrados en su servicio de transporte a particulares, llamado Uber.

Existió seriamente la posibilidad de que se prohibiera este servicio de transporte en la Ciudad de México. Y nuestra opinión hacia permitirlos y regularlos, dio aire al gobierno capitalino para hacerlo, de tal forma que hoy existe no sólo en la capital, sino en muchas entidades del país”, dice con orgullo quien además es maestra en Administración Pública por el ITAM y en políticas públicas por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

Respecto al papel del órgano constitucional autónomo como ombudsman en la materia, asegura que todas las decisiones que se han tomado en el rubro de aviación durante los últimos dos años se derivaron de una investigación que se puso sobre la mesa.

Ahora todas las acciones que se han emprendido tienen el potencial de convertirse en una gran reforma estructural. Por una parte, se tiene el convenio de cielos abiertos, promovido por el Ejecutivo y aprobado por el Senado; las condiciones a Aeroméxico y Delta para que se fusionaran; además de las 11 medidas correctivas, de carácter obligatorio, que se le impusieron al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”.

TRABAJO EN EQUIPO

Desde que asumió la presidencia de este organismo se comprometió no sólo a promover el desarrollo del talento sino también la equidad. ¿El resultado? La Cofece tiene personal que sigue encontrando oportunidades para desarrollarse profesionalmente luego de 15 años de servicio, además es la primera institución en América Latina en recibir una certificación internacional en igualdad de género por parte de la Fundación EDGE, la cual reconoce que se ha creado un espacio de trabajo con las mismas oportunidades para hombres y mujeres.

Lo más importante de esta certificación es que nos permite contar, como institución, con una metodología sistemática para medir el avance en el cierre de la brecha institucional en igualdad de género. Cuando yo llegué, era la única mujer comisionada y no había directoras generales. Ahora somos dos comisionadas y hay cuatro directoras”.

Destaca que ella como mujer conoce las dificultades que se deben enfrentar para ser productiva. “Las empresas y las instituciones deben moverse a la flexibilidad para apoyar que las mujeres no tengan que elegir entre sus familias y sus carreras, por eso es que estoy comprometida con esta causa”.

Confiesa que uno de sus mayores apoyos en esta aventura es su esposo, con quien divide las labores a realizar con sus tres hijos, además de su madre y “una señora que trabaja para mi familia desde hace 23 años, lo que la ha convertido en un miembro, no sólo es la nana de mis hijos, es piedra angular de mi hogar. Se llama Venancia”.

EL RETO CONTINÚA

Con 84 votos a favor, cero en contra y dos abstenciones, el Senado de la República ratificó a Janna por un periodo de cuatro años más al frente del organismo antimonopolios.

Los retos asegura que son muchos, “por un lado debemos consolidar lo avanzado a través de la institucionalización de los procesos; llevar a buen término las investigaciones que tenemos en curso, y defender de forma exitosa todas nuestras decisiones en el Poder Judicial, el cual es el encargado de revisarlas. A la fecha deja en firme 80 por ciento de las mismas, pero queremos incrementar esta estadística”.

Otro de los desafíos que tendrá en esta nueva etapa será la de construir confianza “porque en la medida que se hagan mejores investigaciones, que éstas queden firmes en el Poder Judicial, en la medida en que haya consecuencias reales para quienes cometen delitos, se acercarán más empresas a denunciar todo tipo de prácticas anticompetitivas”.

Considera que cuando eso suceda se podrá hablar de un organismo verdaderamente exitoso. “Y esa es la meta final que perseguimos”.

Publicado en Excelsior

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