Llegada de Sheinbaum a la presidencia es una oportunidad dorada para México: Gina Diez Barroso

Roberto Arteaga

La llegada de la primera mujer a la presidencia del país hace que el rostro de Gina Diez Barroso Azcárraga se llene de emoción. La empresaria sabe que la victoria de Claudia Sheinbaum Pardo en las elecciones de junio pasado es un logro para todas y es una oportunidad para materializar un crecimiento económico sostenido.

“México está en una posición envidiable, y tenemos una oportunidad de crecer”, dice, en entrevista con Forbes,  la fundadora de Grupo Diarq y creadora de Dalia, una iniciativa que busca dotar de habilidades a las mujeres.

El llamado nearshoring, que consiste en la relocalización de las cadenas de suministro provenientes de Asia a México, abren una oportunidad de alcanzar el anhelado crecimiento inclusivo dentro de la economía nacional y Diez Barroso sabe que la próxima presidenta del país reconoce esta ventaja competitiva.

El Producto Interno Bruto (PIB) nacional podría alcanzar tasas de crecimiento cercanas al 4% durante la próxima década, superando el promedio de 2.5% registrado en los últimos años, de acuerdo con estimaciones del impacto del nearshoring hechas por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) al inicio de este año.

La empresaria considera que la llegada de Claudia Sheinbaum a la máxima magistratura del país abre una oportunidad dorada para el país. Sin embargo, reconoce que existen retos retos en cuanto a infraestructura, seguridad, generación eléctrica y abasto de agua.

“Si México puede arreglar este tipo de situaciones que son muy serias, yo creo que podemos tener una gran México. Yo tengo bastantes esperanzas”, dice.

Y la representante de México en el W20, una iniciativa del G20, tiene claro que en este contexto de oportunidades y retos le gustaría apoyar al país.

“Lo que me gustaría a mí en este momento es apoyar a México, porque nos ha dado mucho y estamos en un momento importante de apoyar a México en lo que más necesite y ya no en en plan de negocios personales”, dice.

En este sentido, Gina Diez le ha manifestado a Altagracia Gómez Sierra, coordinadora del Consejo Asesor Empresarial del gobierno entrante, su interés de aportar sus esfuerzos para el bien de la sociedad mexicana.

En la actualidad, dentro de sus iniciativas propias, Gina Diez ya cuenta con un proyecto basado en habilidades blandas que se enfoca en las fuerzas policiales femeninas del país, para darles poder interior y el orgullo de representar la seguridad en México, el cual espera poner en marcha dentro del mediano plazo.

Además, los planes de la empresaria mexicana se encaminan a internacionalizar el proyecto de Dalia y abrir nuevas ubicaciones globales de los centros educativos Centro.

Una emprendedora

La fundadora de Grupo Diarq, de la universidad Centro y de Dalia se considera una emprendedora, pero también una obsesiva de transformar las cosas que no funcionan.

A los 21 años, Gina Diez inició su primer encargo profesional y lo hizo dentro de Editorial Televisa y se dio cuenta de que todas le hablaban de ‘usted’ a las lectoras: ‘haga, pruebe… todo era de usted, y me pregunté porque no había una revista que le hablara de ‘tú’ a las jovencitas, que para mí era el grupo más vulnerable, con edades de entre 13 y 16 años”, relata la empresaria.

Así como se acercó a su jefe y le cuestionó sobre está forma de hablarle a las lectoras de forma directa, pero el advirtió que esas adolescentes no compraban revistas, pero Gina decidió insistir hasta obtener una respuesta positiva.

Tras varios meses, Diez Barroso obtuvo la aprobación para hacer una revista con un estilo distinto, pero la esperanza de vida alrededor no era halagadora, ya que no confiaban en este proyecto. Sin embargo, la publicación trascendió el tiempo. Su nombre era “Tú”.

“Empezamos a crear una comunidad de lectoras y era la primera revista que les hablaba de tú a las jóvenes mexicanas”, dice.

Durante 5 años, Gina encabezó un éxito editorial, pero decidió continuar con su carrera para crear su propia empresa. Y es que descubrió que las personas batallaban para construir su casa al consultar a un universo de empresas relacionadas con el desarrollo inmobiliario, para comprar un terreno, desarrollar un diseño y llevarlo a una constructora para materializarlo.

Gina inició su primera empresa de construcción a los 26 años y, asegura, no le fue difícil, porque nunca se cuestiono como mujer sobre alguna condición prestablecida por el género.

Fue en ese momento que nació Diarq, con el propósito de materializar el proyecto de forma integral con una sola empresa. Mi eslogan era: “en donde se une la arquitectura y el diseño”.

Oficinas de Grupo Diarq. Foto: Jasso.
Oficinas de Grupo Diarq. Foto: Jasso.

La gran habilidad de la empresaria fue escuchar al mercado y darse cuenta de lo que no existía en el mercado. “Lo mejor en la vida es conocer a tu cliente”, asegura. En aquél momento los estadounidenses querían una casa en México, pero no deseaban tratar hasta con 5 empresas para lograr la adquisición de algún inmueble.

“Antes de emprender, conoce a tu público objetivo y una vez que sepas lo que estás buscando, empieza a hacer lo que busca tu cliente objetivo”, aconseja la empresaria.

Un momento muy feliz

Gina Diez Barroso vive un momento muy feliz en su carrera profesional, ya que se encuentra muy satisfecha por los reconocimientos que ha recibido en fechas recientes, como fue el caso del Premio a la Mujer más poderosa de 2024, entregado por Forbes México.

“La verdad es un momento muy satisfactorio en mi vida”, dice la empresaria desde sus oficinas de Grupo Diarq en la Ciudad de México.

Diez Barroso asegura que nunca imaginó cuando era niña en la mujer que se convertiría en la actualidad, aunque si sabía que sus logros no serían sencillos. “Siempre de niña fui una niña un poco problemática, pues estaba etiquetada de que no aceptaba un ‘no’ por respuesta. [Era] muy cercana a mi papá y siempre me enseñó que yo lograría lo que quisiera en la vida”, recuerda.

Su principal lección a las nuevas generaciones es que nada es fácil, pero, si se proponen algo, pueden lograrlo.

Por educación y cultura, las mujeres han perdido de vista que el poder lo llevan dentro y siempre está presente la lucha para demostrar que las mujeres pueden colocarse en el lugar que ellas decidan, explica Gina.

“Pero me doy cuenta de que las mujeres no llegan a donde tienen que llegar. Desde luego, por espacios, pero también porque se autosabotean, pues la mujer trae este síndrome del impostor muy interiorizado y la famosa frase de ‘quiero que me empoderen’ me molesta mucho, porque [me pregunto]: ¿quién les quitó el poder?”

100 millones de mujeres

Hace 25 años, Gina Diez Barroso se unió al “Comité de las 200 mujeres”, que congrega a personas líderes en el mundo, que implicaba dar charlas en las mejores universidades del mundo para impulsar un mensaje de superación.

Sin embargo, en sus recorridos por los centros educativos se dio cuenta de que las mujeres con acceso a un alto nivel educativo carecían de las llamadas “habilidades blandas”, pero que en realidad son las más fuertes en la vida, opina Diez Barroso Azcárraga.

Ahí fue donde nació la semilla que, con el pasar de los años, florecería con Dalia en México, a pesar de que la creadora de Centro le había prometido a su esposo que al llegar a los 60 años se retiraría, recuerda la empresaria.

Oficinas de Dalia Empower. Foto: Jasso.
Oficinas de Dalia Empower. Foto: Jasso.

La idea fue que las mujeres encontraran las herramientas para brincar los obstáculos y que no se vean impedidas para alcanzar sus metas en la vida. “Tienes una piedra, sáltala y sáltala y sáltala, y para eso necesitas reconocer ese poder, que quiere decir saber negociar, saberte una marca personal fuerte, tener un pensamiento crítico y creativo”, dice.

 Dalia ya cuenta con una CEO en Nueva York, para iniciar con el plan de internacionalización con mujeres de habla hispana en Estados Unidos y a punto de cerrar un trato con Brasil. “Todo el mundo necesita tener un grupo en donde tenga sentido de pertenencia, por ejemplo, 82% de los puestos de consejo o de liderazgo los da una recomendación y no los da un head hunter”, explica.

“No se trata de construir CEO, de construir ingenieras… construir es el poder que llevas dentro y te lo adueñas y lograr decidir lo que quieres en la vida”, explica.

Tengo que abrazar

Gina Diaz Barroso imagina un futuro complicado, ya que la gente no se da cuenta de que debe cambiar ella misma y no el mundo como tal. “Yo siento que la juventud está confundida y cuando hablan de la famosa tolerancia yo veo tan negativa la palabra ‘tolerancia’, porque yo te tengo que tolerar; yo te tengo que abrazar”, dice.

Y es que las personas tienen una tarea pendiente para generar empatía y confianza en los demás, pues mucha parte la población se ha visto decepcionada, y no encuentra una forma de confiar en las instituciones o en las figuras de autoridad.

La aportación de la empresaria será llevar el proyecto de Dalia a un plano mundial y alcanzar a impactar 25 millones de mujeres con un efecto multiplicador que se traduce en que cada mujer equivale a 4 mujeres beneficiadas por esta propuesta educativa.

En cuanto a la propuesta educativa de Centro el plan es abrir entre 3 y 4 universidades en diferentes ubicaciones del mundo. “Eso es lo que imagino yo y espero que me dé tiempo [para concretarlo] y eso es lo que yo quisiera”, comenta.

Más allá de los logros, la máxima satisfacción de Gina Diez es su familia, conformada por 5 hijos y un socio de vida, como llama amorosamente a su esposo, además la acompaña el recuerdo constante de su padre y su abuelo, quienes son los hombres de su vida.

“Llegar a cambiarle la vida a 100 millones de personas [a través de Dalia], indica que ya me puedo ir tranquila de este mundo”, dice.

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