¿Cómo ayudar a alguien que está sufriendo un ataque de pánico?

panico

 

 

Un ataque de pánico consiste en experimentar una sensación de ansiedad extrema y repentina que puede ser provocada por un fuerte temor a algo (fobia) o un trastorno emocional. En general, viene acompañado de hiperventilación y/o un ritmo cardíaco inusualmente rápido.

Y tú, ¿sabes cómo afrontar un ataque así? Mira…

Síntomas de un ataque de pánico

  • Señales de respiración rápida, como hiperventilación
  • Pulso acelerado
  • Sensación de tensión que causa dolor de cabeza u opresión en el pecho
  • La persona puede mostrarse muy aprensiva, e incluso puede tener miedo a morir

Entonces, ahora que sabes identificarlo, ¿cómo manejar un ataque de pánico?

#1 Elimina la causa

Trata de averiguar la causa del miedo de la persona, y separarla de ello. Busca la manera de sacarla de la situación o alejarla de la misma.

#2 No trates de hacerla reaccionar bruscamente

No intentes restringir alguien que está teniendo un ataque de pánico, y nunca la abofetees o des una palmada para “hacerla reaccionar”.

#3 Evita las bolsas de papel

Al contrario de lo que muestran en las películas, no le digas a la persona que respire dentro de una bolsa de papel. Esto puede causar niveles bajos de oxígeno en la sangre.

#4 No seas dura

Trata de calmar a la persona hablando con firmeza pero con amabilidad y con calma. Explícale que está teniendo un ataque de pánico y aleja a otras personas.

#5 Anímala a respirar con tranquilidad

Respirar más lentamente ayudará a calmar a la persona y detener la hiperventilación. Trata de animarla a copiar tu patrón de respiración.

#6 No la sobreprotejas

No intentes sobreprotegerla: quédate con la persona hasta que se haya recuperado, y si  tiene un historial de ataques de pánico aconséjale que busque ayuda para aprender a controlarlos.

Sigue estos sencillos consejos en caso de que tengas que ayudar a alguien que está teniendo un ataque de pánico. Y quizás puedas recomendarle algunos remedios caseros para ataques de pánico.

Por: Alejandra Guerrero

Fuente: imujersalud

Otras notas que pueden interesarte