Candidata a la Corte: estoy en la terna porque Dios quiso

Dice la candidata a ministra que sus fallos son apegados a la ley y “no debo nada a nadie ni nadie me debe nada”

Por: Leticia Robles Rosas

CIUDAD DE MÉXICO.

Interrogada críticamente por las y los senadores por las decisiones judiciales asumidas y que favorecieron a presuntos delincuentes e incluso la llevaron a una amonestación por parte del Consejo de la Judicatura, la magistrada Verónica Judith Sánchez Valle aseguró que ella está en la terna para la Suprema Corte, porque “Dios así lo quiso”.

Ante la insistencia de los legisladores federales sobre tres temas polémicos, considerados por sus críticos como muestra de que no puede responder a otros intereses, la magistrada respondió que “puedo decirles a todos que tengo la frente muy en alto, que no debo nada a nadie ni nadie me debe nada. Yo lo único que he hecho es prestar mi servicio al Poder Judicial en todos los cargos que he tenido, buscando hacerlo de la mejor manera”.

Pero aun cuando detalló profusamente estas resoluciones, los senadores mantuvieron su insistencia en ellos, incluso la perredista Angélica de la Peña le preguntó por qué creía que estaba ahí, como candidata a la Corte.

“¿Por qué estoy parada aquí? Pues porque Dios así lo quiso. Yo soy creyente, tengo muchos principios que no inciden en mi decisión como juzgadora, por supuesto. No conozco a nadie, no estoy apadrinada por nadie”, respondió.

Verónica Judith Sánchez debió escuchar preguntas planteadas de manera distinta, pero sobre los mismos temas, en un afán de escudriñar las razones de las decisiones jurídicas asumidas.

Explicó que en el caso de Oswaldo Sauceda Guerra, sobre quien el gobierno de EU solicitó detención con fines de extradición, la magistrada explicó que lo liberó porque el Ministerio Público se equivocó en la consignación y le presentó un expediente con el nombre de Oswaldo Guerra Sauceda, cuando ella como juzgadora tiene la obligación de verificar que no se cometa un error en este procedimiento y si hay dudas sobre la persona de quien se trata, no puede procederse a otorgar una extradición con documentos equivocados.

“No hice más que garantizar el derecho a la libertad de esa persona y actuar con toda la independencia e imparcialidad que mi ser de juzgadora federal me exige y además yo lo hago de manera convencida, porque así debe ser”, dijo.

También se refirió a su decisión de no extraditar al expresidente de Guatemala, Alfonso Portillo, y en ese caso “no se cumplía con los requisitos del Tratado, que es una de las excepciones que puede presentar el reclamado y eso fue lo que a mí me llevó a decir que yo opinaba que no se le debía de extraditar”, pero la decisión fue de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Una comparecencia difícil pero que tuvo un momento de relajamiento cuando la petista Layda Sansores le preguntó qué opinaba de los mega sueldos de los senadores y la magistrada expresó que si no queda como ministra de la Corte, al menos buscará ser senadora, porque “a lo que usted llama morralla que tienen los senadores, es lo que yo gano”.

ANTECEDENTE

Siendo juez 10 de Distrito de Procesos Penales Federales, en 2011 la ahora magistrada Verónica Judith Sánchez Valle fue denunciada penalmente por la Procuraduría General de la República (PGR) por supuestos delitos cometidos contra la administración de la justicia.
La PGR la acusó de haberse negado a recibir la puesta a disposición de un detenido que Estados Unidos requería en extradición por lavado de dinero. Sánchez Valle argumentó, para dejar en libertad a Osvaldo Sauceda, preso en el Reclusorio Oriente, que en la averiguación el acusado tenía los apellidos invertidos, por lo que podía tratarse de personas distintas.
El caso no prosperó y no pasó de una amonestación por parte del Consejo de la Judicatura Federal el 13 de julio de 2010, pues la PGR no comprobó las acusaciones. La jueza dejó la materia penal y pasó a la materia administrativa; en junio de 2015 fue nombrada magistrada tras un concurso de oposición.

Fuente: Excélsior

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