Por: Alex P.
¿Te dicen algo estos síntomas? ¿Sequedad, cuperosis, tirantez cutánea, aspereza e incluso, descamación? Si tienes suerte, y aún todos estos inconvenientes epidérmicos te son ajenos, lo mejor es que optes desde ya por la prevención adoptando una rutina beauty diaria adaptada a los meses en los que imperan las bajas temperaturas.
‘Winter is coming’ la famosa frase de la popular serie medieval ‘Juego de tronos’ y hoy es una realidad cercana. Si quieres evitar las consecuencias de los días gélidos sobre la piel y contrarrestar otro gran inconveniente de las épocas frías, los cambios bruscos de temperatura, tendrás que modificar algunos hábitos e incluir otros tratamientos capaces de preservarla del nuevo enemigo a abatir: el frío.
Por lógica, la hidratante de costumbre no puede resistir tan importantes y gélidos enemigos que, de no ser atajados, pueden acelerar procesos como el acné, la rosácea o la psoriasis; y por supuesto, el envejecimiento. Estar guapa a pesar de las bajas temperaturas es todo un reto: nariz y orejas de rojo carmesí, cutis tirante y labios pelados.
El viento absorbe la humedad y reseca la atmósfera lo que contribuye a la tirantez de la piel. El frío actúa negativamente sobre la circulación y deja este efecto de forma palpable al dejar la nariz tan roja como un tomate. En cuanto a las venitas o arañas vasculares que aparece en las mejillas, sobre todo en cutis sensibles, indica el pernicioso efecto de los rápidos contrastes de temperatura. Los labios despellejados y las manos enrojecidas y ásperas ofrecen la imagen desoladora de la acelerada deshidratación que han sufrido. Prevenida estás para que antes de que llegue el crudo invierno este shock térmico, que sucede varias veces al cabo del día, no te arruine la piel.
Ingredientes contra el frío
Los ingredientes que formulan la reciente generación de súper hidratantes se encargan de mejorar la microcirculación sanguínea para aumentar la resistencia de los capilares y favorecer el drenaje celular. También contienen una mezcla equitativa de filtros físicos y químicos para evitar que el taimado sol de invierno arruine la piel, una suerte de antioxidantes y antirradicales libres en forma de cóctel vitamínico en el que destaca la vitamina E, se encargan de proteger la membrana celular.
Así mismo es muy importante la presencia de algún complejo de aminoácidos y azúcares similares al factor de hidratación de la piel como la de sustancias anti-irritantes que porten confort a la piel, por lo que un compuesto de péptidos de origen marino como las algas pardas, ayudan a aumentar la tolerancia cutánea en las pieles sensibles y secas.
Fuente: mujerhoy.com
