Jorge Monroy
Los mexicanos no confiarán en el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) hasta que las autoridades estén dispuestas a investigar, perseguir y castigar los actos de corrupción como el soborno, el lavado de dinero, nepotismo, conflicto de intereses y moches, revela el reporte “Descifrando la Corrupción” que se presentará este jueves.
“La ciudadanía no considera que las acciones de los legisladores sean para el beneficio público. La desconfianza de la ciudadanía puede provocar que las acciones gubernamentales de combate a la corrupción sean ineficaces porque no querrán participar en ellas”, advierte.
“En muchas ocasiones, los políticos tienen más miedo de ser expuestos en la prensa y que su reputación sea arruinada, que de ser perseguidos por la ley”, refiere el reporte, elaborado por el Laboratorio Ethos de Políticas Públicas.
El estudio deja en claro que “la impunidad es una de las principales razones por las que, en México, los actos de corrupción se han perpetuado a lo largo del tiempo en todos los niveles de gobierno”.
Abunda que las familias mexicanas pagan 14% de su ingreso en actos de corrupción en trámites y servicios, pero aquellos hogares que reciben hasta un salario mínimo pagan 33 por ciento.
El estudio revela que a nivel nacional, de cada 100,000 contactos con servidores públicos se producen 12,590 actos de corrupción; es decir, la tasa de incidencia es de 12.6%, siendo las entidades de Morelos, Sinaloa, Chihuahua, Michoacán y la Ciudad de México donde más actos de corrupción ocurren.
Destacan que las instituciones percibidas como más corruptas son: policías; gobierno federal; diputados y senadores; gobiernos municipales; Ministerio Público; institutos electorales; jueces y magistrados.
Menciona que, de acuerdo con la Encuesta Global sobre Fraude 2016, 82% de los empresarios encuestados sostiene que el soborno y la corrupción son prácticas habituales para hacer negocios en México.
“La corrupción es percibida como un costo adicional para hacer negocios o como un impuesto sobre las utilidades”, afirma.
Incluso, menciona que en México 57% de los emprendedores ha incurrido en el uso de gestores para realizar un trámite u obtener un permiso con el gobierno, ya que “el no incurrir en actos de corrupción puede ocasionar el fracaso de la empresa, lo que se traduce en altos costos de oportunidad para los emprendedores y para la sociedad”.
Asimismo, refiere que las empresas mexicanas que reportaron haber incurrido en pagos de sobornos como práctica común, ocultaron 7.2% más de sus ingresos ante las autoridades fiscales, respecto a las empresas que no reportaron pago de sobornos.
Lo anterior provoca que tan sólo 24% de la población considere que el gobierno administra bien el dinero que recauda.
El estudio de Ethos hace cinco recomendaciones para que funcione el SNA: vigilar la correcta asignación y ejecución de los recursos destinados al combate a la corrupción; así como simplificar y modernizar los procesos burocráticos para el otorgamiento de servicios gubernamentales.
También vigilar la implementación de los sistemas locales anticorrupción; fomentar la cultura de la legalidad como parte del combate a la corrupción; y promover la denuncia ciudadana en prácticas de corrupción.
Publicado El Economista
