Observatorio: Los rechazados por el Ceneval, no por la UAS, y las carbonizadas de Coppel

María Margarita Free del Castillo

«Lo más seguro es que la Universidad Autónoma de Sinaloa termine forzando su capacidad de admisión para darles cupo a esos 10 mil aspirantes que resultaron rechazados en el examen del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior. Si no ¿qué otra cosa pueden hacer esos proscritos de las aulas?»

¿Dónde leí el texto anterior? Ah, sí, en un artículo hecho ad hoc para satisfacer al delirante Manuel Clouthier Carrillo, enemigo “público-periodístico” número uno de la Universidad Autónoma de Sinaloa, criado en sábanas y de seda y egresado pomposamente del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, uno de los más caros del país.

El artículo lo firma Alejandro Sicairos, quien, por razones que nunca ha explicado, renunció a Río Doce meses antes del asesinato del codirector del semanario, Javier Valdez Cárdenas, y fue a parar a las filas de Manuel Clouthier para desacreditar la universidad pública popular porque «no lo dejan entrar a las aulas en las épocas electorales a hacer campaña política».

El caso es que Alejandro es uno de los ejes contra la UAS, colaborador extra de Noroeste por orientación de Alejandro –Cany- Sánchez- Agustín y Enrique Ramón Coppel Luken.
Los Coppel se han convertido en el “respiro económico” de Noroeste, sumido en la quiebra económica y con deudas millonarias ante el SAT (Hacienda).

El 9 de noviembre del 2010 una de las tiendas Coppel de los hermanos Agustín y Enrique Ramón Coppel Luken se incendió con seis trabajadoras en su interior y murieron quemadas, carbonizadas, al no poder salir porque estaban encerradas en calidad de esclavas nocturnas.

El 11 de noviembre del 2010 Javier Valdez Cárdenas entrevistó a Juan José Ríos Estavillo, en aquel tiempo titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, y lo que expresó fue publicado en la Jornada el viernes 12 de noviembre del 2010.

Los Coppel incurrieron “en esclavismo al encerrar a sus trabajadores durante las jornadas nocturnas”, dijo. Este 9 de noviembre se cumplirán 7 años de impunidad. Ríos Estavillo es Fiscal General del Estado pese a la oposición de los Coppel que querían imponer a Oscar Fidel González Mendívil.

Antes del incendio y la carbonización de las trabajadoras, en la campaña presidencial de 2006 los Coppel ordenaron a sus 25 mil empleados rechazar a Andrés Manuel López Obrador y votar por Felipe Calderón, candidato del Partido Acción Nacional (PAN).

Como presidente de México Felipe Calderón desató el exterminio de mexicanos pobres y una “guerra asesina” para acabar con el narcotráfico, cuya raíz se localiza en la falta de cultura y educación y pobreza extrema. Hay más de 52 millones de pobres a todo lo largo y ancho del país.

Para satisfacer a Clouthier desde la “tribuna” alcanzada por los Coppel en Noroeste, Alejandro dice que “lo más seguro es que la UAS termine forzando su capacidad de admisión para darles cupo a esos 10 mil aspirantes” que fueron rechazados por el Ceneval.

“Así ha sucedido siempre. El año pasado, la coyuntura que mete a centenas de familias en la angustia de perder oportunidades de educación tuvo un final feliz cuando el entonces Gobernador, Mario López Valdez, y el Rector de la UAS, Juan Eulogio Guerra Liera, acordaron un plan de cero rechazados”, escribió.

No está por demás explicar que el año pasado como en años anteriores, cientos y cientos de jóvenes que son rechazados por el Ceneval o no alcanzan cupo en la UAS presionan en compañía de sus padres para que el alma mater los acepte como estudiantes ¿Por qué en la UAS y no en otras preparatorias u otras instituciones de educación superior?.

Ese interés por ingresar al alma mater data de poco más de 10 años para acá, en que la UAS se convirtió en la mejor universidad pública del noroeste del país y la tercera a nivel nacional. Esa es la razón de la exigencia por ingresar a la universidad de los jóvenes y sus padres, mientras la UdeO, UAIS y otras instituciones ven desplomarse su matrícula.

Pero Manuel Clouthier tiene a Marco Antonio Medrano, Guillermo Ibarra Escobar, Ernesto Hernández Norzagaray, Arturo Santamaría para escribir lo contrario, que es lo peor institución ¡La alta demanda de inscripción y la exigencia de alumnos rechazados por Ceneval que reclaman un espacio universitario demuestra que mienten!

Según Alejandro Sicairos “es complicado entender por qué en Sinaloa un importante número de jóvenes se ven en la necesidad de mendigar oportunidades educativas cuando debería ser una política de Estado arrebatárselos a las organizaciones criminales que se pelean por sangre nueva para garantizar la permanencia de los cárteles del narcotráfico”.

Perdón, perdón, no todos los que no ingresan a la Universidad se convierten en narcotraficantes o sicarios del narco. No todos. Pero por su falta de preparación y pobreza están en el filo de ese barranco, de caer en las garras de ese flagelo.

El artículo tiró p’al monte cuando Alejandro Sicairos comienza a sembrar sospechas y a emitir juicios «de valor» y a calificar la dinámica de los rechazados del Ceneval (no de la UAS), calificandola como “película de suspenso” o un “sketch perverso”.

Luego va a la verdadera intención del artículo y ataca a la UAS: que los “apetitos” que el proyecto de la Universidad-partido y otras consignas que ya se le han escuchado gritar a Manuel Clouthier y su gente en Noroeste.

Perdón, otra vez, hay que recordar que la UdeO, la UAIS, el CAM, la Universidad Pedagógica, los Cobaes, el Ictasin, el Conalep, son parte de la “estructura” del PRI, cuyos liderazgos-gobierno crearon sus propias Universidades-partidos, las cuales además son parte brazo “educativo-mediatizador” del gobierno del estado, interesado en mantener el estatus quo de privilegios a una casta divina, enemiga de la universidad pública.

No pega ya eso de la universidad partido. Pegó en el pasado cuando se escribía sobre la “universidad fábrica”, por la robotización que hacia la vieja izquierda de los estudiantes, a los que lanzaba como carne de cañón a cometer asaltos, secuestros y asesinatos (recordemos la tristemente célebre Liga Comunista 23 de septiembre y los desmadres que armanan estudiantes y maestros de la UAS en Sinaloa).

Según Alejandro “cada sinaloense egresado del nivel medio superior debería traer consigo la garantía de acceder al siguiente nivel educativo sin ser necesario que la búsqueda de oportunidades le signifique arriesgar dignidad, libertad e inclusive la vida”.

¿La vida? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? La dignidad y la libertad ¿la tienen garantizada en la UdeO, la UAIS, la UP u otras universidades? ¡No! Esa es una razón de porque se le cae la matrícula a estas instituciones, además de su bajo nivel academico

Explica que el Gobierno debería estar permanentemente codo a codo con la UAS, no solo en épocas de preinscripciones, alejando a los alumnos del dilema del sicarismo como última apuesta o militancia política fundada en el desespero. Ningún egresado de las prepas tiene por qué ser presa fácil de asideros de tan baja calaña.

Muy cierto lo que escribe Alejandro. Los alumnos no tienen que ser presa fácil de asideros de tan baja calaña. Por eso la opción es la UAS, no las universidades que son brazos electorales del PRI o de las prepas o universidades privadas que lucran descaradamente con la transmisión de educación, la cultura y las artes, la ciencia y la tecnología.

Muy bien en Alejandro en reconocer que “es importante que esos 10 mil o más rechazados de la UAS encuentren un espacio en las escuelas y facultades de la casa de estudios que siempre se las ha jugado con los que más ocupan oportunidades educativas. Casi es un hecho que reciban algún lugar (…)”.

Muy bien, todos quieren entrar a la UAS porque es la mejor universidad pública de Sinaloa, no le guste a quien no le guste o pésele a quien le pese. Aunque le deprima el ánimo a Manuel Clouthier.

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