Inundar más la Escuela de Agronomía

Ana Laura Arellanes

El Carrizo, Sin.- El 19 de septiembre del 2018 se registró en el Carrizo una torrencial lluvia que provocó la inundación de pueblos enteros en el Valle del Carrizo al colapsar (reventarse) redes y canales del sistema de riego de la zona agrícola.

La comunidad de Chihuahuita, el poblado 6, los Musos y los poblados 5 y Jahuara, se anegaron de agua provocando el desalojo de cientos de familias de sus casas hacia varios albergues.

Nos tocó vivir esa inundación. Fue tan copioso y potente el aguacero que el nivel del agua inundó los patios, las aulas y la casona de la Escuela Superior de Agronomía. Desde ese día, la institución busca crear un sistema de drenaje o salida que impida futuras inundaciones que darían al traste con la modernización del edificio, la instalación de su laboratorio, la apertura de una biblioteca digital y su sistema de cómputo.

Se busca en la institución un sistema de drenaje que impida la inundación de la Escuela Superior de Agronomía y que permita usar su edificio como un albergue seguro para familias en riesgo en épocas de tormentas.

Días atrás, meses, la población de la Villa Gustavo Díaz Ordaz protestó por la construcción de una gasolinera, al sur de la Villa, a un costado de la carretera Internacional.

El expendio de combustible se edificaba en “la salida natural” del agua que se agolpa lluvia tras lluvias en la Internacional, la cual sirve, junto con la calle Cero que conecta al poblado Jahuara, como cortina para retener el agua que inunda la Villa Gustavo Díaz Ordaz .

Siempre quedó la gasolinera como tapón de la «salida natural» del agua de lluvia. La protesta para evitar su construcción no prosperó. Nadie hizo caso a los vecinos de la Villa.

Me tocó atestiguar que la tormenta del 19 de septiembre provocó también la inundación de la Villa Gustavo Díaz Ordaz. El agua rompió drenes y canales; ríos de agua bajaron de la zona alta para topar y concentrarse en la “cortina” de la carretera Internacional. Me percaté que el agua “reventó” una vez más el Dren Carranza y que su caudal cayó por la calle que corre paralela a la Internacional, subiendo rápidamente de nivel e inundando las casas.

El agua del Dren Carranza entró a borbotones a la Villa Gustavo Díaz Ordaz por la zona de La Hielera y la Colonia  Carrancita y corrió  a espaldas de la primera gasolinera e inundando con rapidez la segunda estación de combustible, anegando luego el Santa Fe y todas las viviendas hasta topar en la calle Cero.

El 19 de septiembre, sin ese caudal que inundó la Villa, sin esa agua, la Escuela de Agronomía, al otro lado de la carretera, también se inundó. El agua no llegó por el lado de la Villa Gustavo Díaz Ordaz: cayó del cielo y de otros canales y drenes que reventaron. Al final, también el plantel se inundó. La Escuela necesita entonces un sistema de drenaje pluvial que la ponga a salvo de futuras inundaciones.

Días atrás, técnicos de la Secretaría Obras Públicas del gobierno estatal (otros dicen que son de otra dependencia), por demandas de la población y por la necesidad misma de evitar futuras inundaciones en el Villa, hicieron un “estudio” y determinaron pasar una bayotena (o canal de desagüe) por los terrenos de la Escuela de Agronomía, a dos metros de distancia de sus instalaciones y de la casona en donde se tiene planeado en breve impartir ahí nuevas carreras profesionales.

En el levantamiento del “estudio” no participó la Escuela de Agronomía ni ninguna autoridad de la Universidad Autónoma de Sinaloa como parte interesada en evitar la inundación de la Villa Gustavo Díaz Ordaz y de la propia institución que da educación y cobijo a los hijos de las familias del Valle del Carrizo y de otras regiones del estado.

Es obvio que la Escuela de Agronomía y la UAS son las más interesada en que la Villa Gustavo Díaz Ordaz ya no se inunde y que tampoco se anegue o empantane el plantel educativo, pero hay quienes insisten en que el canal de desfogue o desagüe de aguas pluviales atraviese las tierras de la institución de enseñanza superior, a un costada de la casona.           

Con base un estudio serio, profesional, ingenieros civiles, especialistas en hidráulica y drenaje pluvial de la UAS, se determinó que:

1.- No es la Escuela de Agronomía la que ha provocado ni provocará las inundaciones. 2.- No es la Escuela de Agronomía la que obstaculiza la obra que vaya a impedir la inundación de la Villa Gustavo Díaz Ordaz; el plantel también se inunda. 3.- La construcción de una bayoneta (canal de desagüe) por las tierras de la Escuela de Agronomía no impedirá las inundaciones de la Villa, pero si provocará otro, los cataclismos de agua que terminarán por destruir el edificio universitario.

Es lógico que la solución no está en el enfrentamiento. Si la Escuela de Agronomía se inunda las afectadas también serán las familias no sólo de la Villa Gustavo Díaz Ordaz sino de todo el Valle del Carrizo y otras zonas del sur de Sonora porque ahí estudian y se preparan sus hijos. Quienes pregonan que la Escuela de Agronomía obstaculiza una “obra” están poniendo una lápida a la institución, condenando a que su edificio sea destruido por periódicas inundaciones que provocaría esa bayoneta o canal de desagüe.

¿Cuál es la salida para acabar en realidad con las inundaciones de la Villa Gustavo Díaz Ordaz y la Escuela de Agronomía?

1.- Reparar la red hidráulica que se localiza en la zona agrícola, en el área alta, rumbo a Jahuara y Estación Francisco, para evitar que en las próximas lluvias el agua escape de los drenes y canales y caiga en la Villa Gustavo Díaz Ordaz.

2.- Levantar un muro de contención, sólido, de concreto, en el Dren Carranza, para impedir su desbordamiento. Es natural que en cada lluvia que el dren colapse e inunde con sus agua la Villa Gustavo Díaz Ordaz.

3.- La reparación del sistema de drenaje de aguas negras de la Villa Gustavo Díaz Ordaz que sirve también de salida a las aguas pluviales (de lluvia).

4.- La ampliación y reconstrucción de la bayoneta original, en la zona conocida como Pollos Trini y Llantera Javoz. Esta salida de agua va a desfogar al Dren Carrizo, pegada a la  zona de la pista de aterrizaje.

5.- La construcción de una bayoneta a la altura de la gasolinera, sin dañar la infraestructura ni la imagen del negocio, para impedir que se agolpe ahí el agua y suba el nivel del vital elemento en la Villa Gustavo Díaz Ordaz.

Se de buena fuente que la Escuela Superior de Agricultura enfrenta sus propios problemas. Con el apoyo de especialistas en ingeniería drenaje y en  hidráulica busca crear su propio sistema de desagüe para impedir que sus instalaciones se vuelvan a inundar.

La solución es fácil, pero hay quienes, por razones no explicables públicamente, insisten en pasar la bayoneta por la Escuela de Agronomía para que cada vez que llueva el agua «salga por ahí» y se inunde el plantel provocando la parálisis en sus labores académicas y administrativas y la destrucción acelerada de su edificio, sin importarles la seguridad y la educación de los jóvenes…

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