Mujeres, trabajo y Covid-19: empleo independiente precarizado, desprotección y dobles jornadas en casa

Ana Karen García

Entre los cambios en el mercado laboral se identifica de manera importante la ampliación de las brechas de género; como consecuencia de la pandemia por el Covid-19 y las medidas de confinamiento se han registrado pérdidas de miles de empleos formales e informales, recortes salariales y bajas temporales y paro laboral de negocios y pequeñas empresas.

Dadas las condiciones previas de desigualdad entre hombres y mujeres, la población femenina se mantiene en la punta de la vulnerabilidad no sólo en términos laborales sino también en materia de ingresos, educación, desarrollo individual y derechos.

Siguiendo las cifras provenientes de la Encuesta sobre el Impacto Económico generado por el Covid-19 (ECOVID-ML) del Inegi, se ha encontrado una importante precarización en las condiciones de trabajo de las mujeres en relación con sus pares hombres.

Durante abril del 2020 la tasa de participación femenina fue de apenas 36.4% mientras que la masculina se ubicó en 69.1%, estas cifras eran de 76.5 y 45.4% respectivamente un mes antes de la pandemia. Esto implica que la proporción de mujeres que fueron desplazadas del mercado laboral fue significativamente mayor que para los hombres: la caída en la tasa femenina fue de 9 puntos mientras que la masculina fue de 7.4 puntos.

Los resultados del proyecto estadístico que se levantó vía telefónica mostraron que gran parte de esta contracción en las tasas de participación se explica porque muchos ocupados no se encuentran buscando trabajo activamente debido a que no fueron despedidos de manera definitiva; están en paro temporal. Sin garantía de retorno e incluso sin ingresos en algunos casos.

Del total de mujeres ocupadas en el país sólo el 23.2% se encuentra bajo un esquema de ausencia temporal conservando su vínculo laboral y del total de estas mujeres 94% declara que la razón por la que se encuentra en esta situación es el Covid-19.

Los resultados de la encuesta también mostraron que como producto de la emergencia sanitaria el 44.6% de las mujeres que trabajan disminuyó su jornada laboral, 46.2% tuvo una caída en su nivel de ingresos y cerca del 87.7% no ha recibido ningún apoyo para hacer frente a la crisis.

Publicado en El Economista

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