Finanzas personales, un tema complejo

El Universal

Hablar de finanzas personales es complejo porque algunos tienen un conocimiento limitado sobre el tema y, por ende, compran más por deseo que por necesidad lo que, en muchos casos, pone en riesgo su economía y los vuelve esclavos de pagar intereses y/o deudas. Por ello, platicamos con expertos en la materia que te darán algunos consejos para mejorar tus finanzas y eliminar aquellos gastos que no son básicos.

Con la pandemia, la economía a nivel mundial atravesó por diversos cambios, los cuales siguen en movimiento: muchas personas perdieron sus empleos o tuvieron una reducción en sus ingresos financieros. Todo ello ha modificado los hábitos de consumo.

Lamentablemente, la cultura del ahorro solo la realiza una minoría de la sociedad. Es así que muchos vieron golpeada su economía este año, pues no estaban preparadas para hacer frente a un imprevisto y, mucho menos, a una contingencia sanitaria que ha durado meses.

Si formas parte del gran porcentaje de individuos que no tienen ahorros, sigue leyendo y, sobre todo, no tires la toalla, porque sí hay solución a tus problemas económicos. Todo es cuestión de que sepas por dónde empezar a eliminar las deudas, los gastos ‘hormiga’ y cómo generar recursos de cara al último trimestre.

NO CONFUNDAS DESEOS CON NECESIDADES

“El primer paso es hacer una planeación y distinguir entre tus necesidades y tus deseos. Piensa qué necesidades tienes. Por ejemplo, una computadora para tu trabajo, una televisión para las clases de tus hijos o aumentar la banda ancha del Internet. El error es que mucha gente se emociona y prefiere comprar por deseo: llega al centro comercial y ve unas botas, unos aretes, el vestido o el perfume, y los adquiere.

“Tampoco vamos a satanizar los deseos, pero si estamos atravesando una mala racha económica o la situación financiera es incierta, como la que estamos viviendo, lo peor es comprar cosas que, realmente, no necesitas y solo las compraste por impulso”, menciona en entrevista la contadora pública Lorena Elizabeth Prado Bueno, asociada de Crowe Gossler, firma de contaduría y consultoría con más de 65 años de experiencia en nuestro país.

La experta aconseja elaborar una lista y escribir todos tus gastos, sin importar qué tan mínimos sean. Así, podrás ver qué puedes reemplazar o eliminar. Comprar café fuera de casa es un gasto ‘hormiga’ que, si sumas todo lo que le inviertes, te sorprenderás. Si ahora, por el confinamiento, pasas más tiempo en el hogar, lo mejor es cocinar y evitar comer en restaurantes o pedir a domicilio.

“Necesitas conocer tu presupuesto, hacer compras inteligentes y saber a dónde se va tu dinero. Mucha gente se sorprende cuando hace su lista de gastos y se percata que había cosas totalmente innecesarias o que, incluso, tenía fugas grandes de dinero.

“Lo ideal es que, primero que nada, vean sus necesidades. Después, que analicen el presupuesto con el que cuentan, así como las ofertas que hay en el mercado. Por último, que compren. Esa es una buena regla”, considera Prado Bueno, también maestra en Finanzas Corporativas por el Tecnológico de Monterrey.

¿QUÉ HAGO CON MI LIQUIDACIÓN Y/O AGUINALDO?

Todas las crisis traen oportunidades: para muchos. Es buen momento de emprender. De acuerdo con Prado Bueno, si recibiste tu liquidación y te consideras una persona emprendedora o, bien, quieres abrir tu propio negocio, antes de invertir tu dinero piensa muy bien en las necesidades que tiene la gente.

“Si quieres vender botas para lluvia, quizá no sea un buen acierto ahora, ya que muchos aún permanecen en sus hogares. Por el contrario, si eres profesor puedes dar clases particulares de manera virtual, entregar comida a domicilio o vender abarrotes por Internet”, añade.

Por su parte, Alfonso Marcelo, especialista en finanzas personales y coautor del libro Querido dinero: te odio y te quiero, sugiere acercarse a los productos de inversión de los bancos.

“Si trabajas de manera independiente, una buena elección podrían ser los fondos de inversión de deuda: tienen buen rendimiento y, claro, verás un incremento del dinero.

 “Por otro lado, si continúas en tu empresa, apóyate de la caja de ahorro o el fondo de ahorro. Además, pregunta por las prestaciones que ofrecen”, afirma quien también es cofundador de MoneyFest, el único festival de finanzas personales en México y Latinoamérica, mismo que se llevará a cabo el próximo 24 de octubre, de manera virtual.

Asimismo, Alfonso Marcelo invita a que, si recibiste tu liquidación, no te la gastes de golpe: primero, revisa cuánto gastas al mes. Incluye alimentación, educación, vivienda y todas las cosas básicas. Luego, divide lo que te dieron de tu liquidación entre el número de meses que te alcanzará para vivir solo con ese dinero.

“Muchos se gastan su liquidación en cosas no necesarias o deciden pagar sus tarjetas. Al hacer eso, se quedan sin dinero para vivir o solo les alcanza para un par de semanas. Por ello, es importante que, antes que nada, se aseguren de que podrán resistir algunos meses para cubrir sus gastos básicos con ese dinero”, dice.

ELIMINA GASTOS

La realidad es que siempre, no solo ahora, debemos ser mesurados con el dinero. No tienes que gastar todo lo que ganas, lo ideal es ahorrar para cualquier contingencia.

“Cuando hablamos de eliminar gastos que no son necesarios, depende mucho de los intereses de las personas. Quizá, para mí el gimnasio es un espacio que disfruto al máximo y es indispensable; mientras que, para otros, tener Spotify Premium es fundamental y no lo quitan de sus gastos”, señala Marcelo.

Si tienes hijos pequeños que están en crecimiento, tampoco puedes dejar de comprarles ropa o calzado, porque rápidamente necesitaran uno nuevo. Lo que sí puedes evitar es estar comprándote ropa para la lluvia o para el verano ya que, si estás en tu casa gran parte del día, no será primordial.

INVIERTE TU DINERO

Una buena inversión que puedes hacer es comprar un bien inmueble. Es una adquisición que debe pensarse bastante y encontrar la mejor opción dentro del amplio abanico que existe.

“La plusvalía siempre aumentará: nunca perderás cuando compres una casa, terreno o departamento. En este momento, puedes encontrar varios esquemas de financiamiento con descuentos. Puedes invertir en un inmueble y, quizá, no habitarlo, sino rentarlo.

“Contamos con un desarrollo inmobiliario en Yucatán, con departamentos en Mérida y en Telchac Puerto. Y, pese a esta pandemia, tuvimos un decremento mínimo en la venta de departamentos porque mucha gente sabe la importancia de invertir”, menciona Alan Varela, contralor de la inmobiliaria Aura Group.

De acuerdo con Varela, hoy más que nunca los inmuebles necesitan ser inteligentes y más donde vayan a convivir varios. En el caso de los desarrollos de Aura Group, cuentan con controles de voz, huellas digitales y acceso a visitantes con código QR para evitar el menor contacto con superficies.

De acuerdo con datos de Internacional de Inversiones (IDEI), se estima que los precios de viviendas en venta se mantengan estables y accesibles este 2020, antes de aumentar un posible 9% el año entrante.

“Conviene aprovechar las promociones vigentes y negociar con tu agente el añadir comodidades como balcones, mantenimiento o mayores plazos de pago”, aconsejan especialistas de La Haus, startup enfocada en la industria de lo bienes raíces.

ENTÉRESE:

❙ Una buena inversión que puedes hacer es comprar un bien inmueble.

Es una adquisición que debe pensarse bastante y encontrar la mejor opción dentro del amplio abanico que existe.

Lo ideal es que, primero que nada, vean sus necesidades. Después, que analicen el presupuesto con el que cuentan, así como las ofertas que hay en el mercado. Por último, que compren. Esa es una buena regla”.

Prado Bueno, maestra en Finanzas Corporativas por el Tecnológico de Monterrey.

Si trabajas de manera independiente, una buena elección podrían ser los fondos de inversión de deuda: tienen buen rendimiento y, claro, verás un incremento del dinero”.

Alfonso Marcelo, especialista en finanzas personales y coautor del libro Querido dinero: te odio y te quiero.

El primer paso es hacer una planeación y distinguir entre tus necesidades y tus deseos. Piensa qué necesidades tienes. Por ejemplo, una computadora para tu trabajo, una televisión para las clases de tus hijos o aumentar la banda ancha del Internet”.

Publicado en Vanguardia

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