Reuters
La vicepresidenta Kamala Harris visitó el viernes una instalación de la patrulla fronteriza cerca del límite entre Estados Unidos y México e instó a centrarse en los niños y en soluciones prácticas a la migración, en un viaje destinado a matizar las críticas de los republicanos a las políticas migratorias de la Casa Blanca.
La visita ─la primera desde que se convirtió en vicepresidenta hace cinco meses─ ocurre cuando hay un aumento de los migrantes atrapados al cruzar la frontera, lo que ha provocado la indignación de los republicanos que están a favor de las políticas de inmigración más estrictas implementadas por el expresidente Donald Trump.
El presidente Joe Biden, un demócrata, encargó a Harris que encabece la gestión de su gobierno en el tema más amplio de las personas que huyen de los países centroamericanos hacia Estados Unidos. La vicepresidenta ya visitó Guatemala y México a principios de este mes.
«Este asunto no puede reducirse a una cuestión política. Estamos hablando de niños, estamos hablando de familias, estamos hablando de sufrimiento. Y nuestro enfoque tiene que ser reflexivo y eficaz», dijo Harris al término de su breve viaje.
Las autoridades estadounidenses han realizado más de un millón de detenciones de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México en lo que va del año fiscal 2021, según cifras preliminares compartidas con Reuters.
Los republicanos han criticado a Biden por hacer retroceder las políticas migratorias restrictivas del mandato de Trump, pese a que las detenciones de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México han alcanzado máximos de 20 años en los últimos meses, además de cargar contra Harris por no haber visitado antes la frontera.
Harris también se reunió con defensores de los migrantes que instaron a su administración a poner fin a una política de Trump que permite la expulsión rápida a México o a sus países de origen, según uno de los participantes, Fernando García, director ejecutivo en la Red Fronteriza para los Derechos Humanos con sede en El Paso.
El viaje de Harris el viernes parece haber sido organizado apresuradamente antes de una visita fronteriza planeada por Trump para los próximos días.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo que la agenda de Harris no fue dictada por los movimientos de Trump. «Puedo asegurar que no tomamos nuestras indicaciones por el expresidente», dijo el funcionario.
Publicado en El Economista
