Los millennials por fin revelan por qué odian las llamadas

Yahir Fragoso

Con la llegada del internet y el posterior desarrollo de tecnologías a su alrededor, la manera en la que nos comunicamos se revolucionó radicalmente. En primera instancia, los teléfonos celulares permitieron realizar llamadas desde cualquier lugar, pero el desarrollo de los smartphones trajo consigo las aplicaciones de mensajería instantánea, que, al menos para los millenials, han desplazado a la comunicación oral.

De acuerdo con un estudio realizado en Estados Unidos con mil 200 jóvenes, cuatro de cada cinco millenials experimenta ansiedad antes de realizar una llamada, lo que podría estar relacionado con uno de los rasgos que define a esta generación: haber crecido con acceso a la pantalla de un dispositivo.

El estudio reveló también que este sector de la población estadounidense siente desprecio por las llamadas telefónicas, por decir lo menos, ya que las considera sumamente invasivas y presuntuosas, ya que asumen que la persona que la recibe está disponible para atender a quien se encuentra del otro lado de la línea.

Quizá por eso el 88% de las personas encuestadas respondieron que preferirían tener un plan telefónico que incluyera datos móviles ilimitados antes que uno con llamadas y mensajes de texto sin límites.

Igualmente, la información recolectada por Bank My Cell arrojó que los jóvenes nacidos entre 1981 y 1996 —años más, años menos— encuentran poco prácticas muchas de las cosas inherentes a las llamadas telefónicas, como la charla sin importancia antes de llegar al motivo real de la llamada, la imposibilidad de «borrar» nada una vez que se dice, así como cuestiones más prácticas, como que las personas alrededor escuchen la conversación.

En este sentido, los millenials suelen buscar cualquier excusa para no contestar una llamada, siendo la más común que no se percataron del timbre o la vibración del teléfono. Contrario a lo que se podría pensar, las personas de quienes menos llamadas responden son los familiares más cercanos, así como los amigos.

Por otro lado, al parecer los jóvenes parecen tener mayor miedo a una discusión con su pareja que a contestar el teléfono, ya que en este caso, sólo el 11% de los encuestados dijeron ignorar generalmente las llamadas de la persona con quien mantienen una relación.

A pesar de la preferencia de los millenials por los servicios de mensajería instantánea, expertos en comunicación han señalado que prescindir de la oralidad puede conducir a la perdida de habilidades comunicativas que son necesarias para los seres humanos. De igual manera, puede propiciar el aislamiento detrás de una pantalla.

Como siempre, incluso con las llamadas y los mensajes, cualquier extremo parece tener consecuencias negativas, por lo que quizá quieras responder la próxima vez que una llamada te interrumpa mientras escribes un mensaje.

Publicado en El Sol de Sinaloa

Otras notas que pueden interesarte