Marchamos por el derecho a la salud: Mujeres que luchan contra el cáncer se unen al 8M

Cristina Sánchez | EFE

Miles de mujeres que luchas contra el cáncer y representan a minorías discriminadas pidieron este miércoles que dejen de relegarlas y protestaron contra la violencia que sufren durante las manifestaciones por el Día Internacional de la Mujer en diversos puntos de la Ciudad de México.

Desde la icónica Glorieta de las Mujeres que Luchan, por primera vez, las mujeres de este contingente se unieron para ser parte de la marcha del 8M.

“Recordarles (a las feministas) que somos parte del movimiento, que somos mujeres al igual que ellas, pacientes oncológicas los 365 días del año, creo que es importante salir del mes de octubre donde hay una constante revictimización”, dijo a EFE Sandra Monroy, sobreviviente de cáncer y fundadora del movimiento «Jódete cáncer» en México.

Las mujeres protestaron por todos los tipos de violencias que les toca enfrentar, pues además de la machista, dijeron, deben afrontar la violencia médica, la falta de servicios oportunos en diagnósticos y tratamientos, lo que evita que puedan acceder al derecho básico de la salud.

A todo esto, afirmaron, se suma la violencia médica y la estética pues enfrentan el constante señalamiento por la enfermedad y lo que esta deja.

Necesitamos consultas en tiempo y forma. Hoy por hoy el retraso es de seis (meses), un año, año y medio. (Vivimos) diagnósticos tardíos, discriminación, si se es joven, si es de otra raza, de otra etnia, si tiene sobrepeso, si no tienes sobrepeso, entonces es importante hablarlo», dijo Monroy.

Estas mujeres marcharon especialmente en honor a Mar Vázquez, compañera que falleció el 3 de marzo a la edad de 33 años por cáncer de mama triple negativo, víctima de un mal diagnóstico inicial “por ser joven”.

“Estamos aquí para marchar por ella, para dedicarle esto, para que en su ciudad, en las comunidades, por cada persona que conoció Mar. Vas a ver que sus palabras van a sonar fuerte”, dijo Virginia Camarillo, prima de Mar.

Consideraron que sus cicatrices son la máxima medalla de vida y pidieron que ninguna más tenga que morir en México por la falta de un diagnóstico a tiempo o por el desabastecimiento de medicamentos.

“No podemos ser la tumba de las otras no se vale, no se vale que si tienes la posibilidad de vivir te lo arrebaten, es tu derecho el acceso a la salud”, señaló Monroy.

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