¿Qué es el virus de manos, pies y boca? Las ronchas que tiene la hija de Mariana Rodríguez

Ileana Vianey Fonseca Barrera

Recientemente durante su viaje a Nueva York, Mariana Rodríguez compartió en su Instagram que su hija Mariel, comenzó a presentar una serie de malestares en la piel. A través de varias historias dejó ver cómo se contagió la pequeña del virus de manos, pies y boca; pero ¿de qué trata esta enfermedad?

¿Qué es la enfermedad de manos, pies y boca?

Es una infección viral común que afecta principalmente a bebés y niños pequeños. Provocada por el virus Coxsackie A16 y otros de la misma familia, esta enfermedad se manifiesta con erupciones en las manos y los pies y llagas dolorosas en la boca.

Aunque generalmente es una afección leve, su alta contagiosidad y la incomodidad que provoca en los pequeños hacen necesario conocer más sobre ella para poder manejarla adecuadamente. Afecta a niños menores de 10 años, aunque también puede presentarse en adultos jóvenes. La enfermedad es más frecuente durante los meses de verano y otoño, cuando los niños tienden a pasar más tiempo en contacto cercano en guarderías y escuelas.

¿Cómo se contagia el virus de manos, pies y boca?

La causa más común de esta enfermedad es el virus Coxsackie A16, el cual está presente en secreciones como la saliva, el moco nasal y el líquido de las ampollas, así como en las heces. Se propaga a través de:

– Tos y estornudos.

– Contacto directo con una persona infectada.

– Contacto con superficies y objetos contaminados, como juguetes y utensilios.

Cómo se contagia el virus de manos, pies y boca

Síntomas del virus de manos, pies y boca

De acuerdo con Mayo Clinic, los síntomas pueden variar, pero generalmente incluyen:

– Fiebre: Uno de los primeros signos de la enfermedad.

– Dolor de garganta: Común en los primeros días.

– Náuseas y pérdida de apetito: Los niños pueden rechazar alimentos y líquidos debido al dolor.

– Llagas dolorosas en la boca: Aparecen en el exterior, las encías, la lengua y el paladar, lo que dificulta la alimentación y la hidratación.

– Sarpullido en manos y pies: No suele picar, pero puede presentar ampollas. El sarpullido puede variar en color y apariencia según el tono de piel del niño.

– Irritabilidad: Especialmente en bebés y niños pequeños.

El periodo de incubación, es decir, el tiempo desde la infección hasta la aparición de síntomas, suele ser de 3 a 6 días. Los síntomas suelen durar alrededor de una semana, aunque las llagas y ampollas pueden tardar más en desaparecer completamente.

Síntomas del virus de manos, pies y boca

¿Cuál es el tratamiento?

El diagnóstico generalmente se basa en los síntomas clínicos y el examen físico. No suele ser necesario realizar pruebas específicas, a menos que los síntomas sean severos o inusuales.

No existe un tratamiento específico para el virus de manos, pies y boca. Sin embargo, hay medidas que pueden ayudar a aliviar los síntomas y hacer que el niño se sienta más cómodo:

– Hidratación: Es crucial mantener al niño bien hidratado. Las bebidas frías pueden ser más fáciles de tolerar, mientras que se deben evitar las bebidas ácidas que pueden irritar las llagas en la boca.

– Alivio del dolor: Los analgésicos de venta libre, como el paracetamol o el ibuprofeno, pueden ayudar a reducir el dolor y la fiebre. Sin embargo, siempre es recomendable consultar a un médico antes de administrar cualquier medicamento.

– Higiene bucal: Enjuagues bucales suaves pueden ayudar a mantener la boca limpia y reducir el dolor.

¿Cómo prevenirlo?

Prevenir la propagación de este virus implica una buena higiene y prácticas de cuidado. Por eso es importante que le enseñes a tu hijo a lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de usar el baño y antes de comer.

Debes evitar el contacto cercano con otros niños que muestren síntomas de la enfermedad. En cuanto a limpieza desinfecta regularmente juguetes, utensilios y otras superficies que puedan estar contaminadas.

Enseña a tus hijos a cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, y a usar pañuelos desechables.

Esta enfermedad, aunque generalmente es leve, puede causar incomodidad significativa en los niños pequeños. Entender sus síntomas, formas de propagación y medidas de prevención es clave para manejar esta enfermedad de manera efectiva.

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