Adiós a los tratamientos invasivos: crean implante para monitorear la fertilidad

Ileana Vianey Fonseca Barrera

La fertilidad y los tratamientos asociados a ella han estado en constante evolución, con investigaciones y tecnologías emergentes que buscan mejorar las tasas de éxito y reducir la invasividad de los procedimientos. Ante este contexto, las startups suizas Impli y Yalosys, en colaboración con el Centro Suizo de Electrónica y Microtecnología (CSEM), han desarrollado un innovador implante llamado CERES. Este dispositivo está diseñado para monitorear las hormonas de la fertilidad en tiempo real, lo que podría revolucionar la administración y personalización de los tratamientos de fertilidad.

¿Qué es CERES y cómo funciona?

CERES es un biosensor implantable que utiliza tecnología de detección electroquímica para controlar los niveles hormonales en el líquido intersticial subcutáneo, es decir, el líquido que rodea nuestras células.

Este implante puede operar durante 30 días, proporcionando datos en tiempo real sobre las hormonas clave involucradas en la fertilidad. Este nivel de monitoreo continuo y detallado es un gran paso en comparación con los métodos actuales, que dependen de análisis de sangre realizados varias veces a la semana.

biosensor implantable

Beneficios del monitoreo continuo

Los tratamientos de fertilidad, como la fecundación in vitro (FIV), dependen en gran medida de la precisa medición y regulación de las hormonas. Actualmente, las mujeres que se someten a estos tratamientos deben acudir al hospital frecuentemente para hacerse análisis de sangre, los cuales solo proporcionan una instantánea momentánea de los niveles hormonales. Este método no solo es invasivo y molesto, sino que también puede ser impreciso.

CERES ofrece una solución a este problema al permitir un monitoreo continuo y no invasivo de las hormonas. Según las primeras pruebas de laboratorio, los resultados obtenidos con CERES han sido muy positivos, lo que sugiere que este dispositivo podría mejorar significativamente la precisión con la que se miden los niveles hormonales.

fecundación in vitro

La capacidad de monitorizar las hormonas de la fertilidad en tiempo real tiene implicaciones significativas para la salud materna. Las mujeres que se someten a tratamientos de fertilidad a menudo experimentan altos niveles de estrés y ansiedad, en parte debido a la naturaleza invasiva y repetitiva de los análisis de sangre. CERES no solo promete mejorar la precisión del tratamiento, sino también aumentar la comodidad y reducir el estrés asociado con estos procedimientos.

Casos en los que se podría utilizar

Las aplicaciones de CERES son vastas y prometedoras, especialmente en un contexto donde las tasas de infertilidad están en aumento y los tratamientos de reproducción asistida son costosos e invasivos. Este dispositivo podría ser particularmente beneficioso para:

1. Mujeres con Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP): Esta condición afecta los niveles hormonales y puede dificultar la concepción. Un monitoreo continuo podría ayudar a ajustar los tratamientos de manera más precisa.

2. Pacientes que alternan entre concepción natural y asistida: CERES podría proporcionar información valiosa sobre los momentos óptimos para la concepción, ya sea de manera natural o asistida.

reproducción asistida

3. Mujeres propensas a abortos espontáneos: El monitoreo continuo de los niveles hormonales podría ayudar a identificar y prevenir desequilibrios hormonales que podrían contribuir a la pérdida del embarazo.

4. Mujeres en fase perimenopáusica: Durante esta fase, los niveles hormonales fluctúan considerablemente, y un seguimiento detallado podría facilitar tratamientos más efectivos para la fertilidad.

¿Cuál es el futuro de este biosensor?

Aunque actualmente CERES es solo un prototipo, sus creadores tienen planes ambiciosos. La colaboración entre Impli, Yalosys y CSEM se extenderá por 21 meses, tiempo durante el cual se continuará trabajando en la miniaturización del dispositivo y su preparación para estudios clínicos.

Luigi Calabrese, cofundador y director general de Yalosys, ha señalado que esta fase es crucial para “reducir la invasividad y permitir la fabricación conforme a las normas de estandarización internacional”.

El objetivo es que CERES esté listo para su uso en ensayos clínicos para el año 2025. Si estos ensayos resultan exitosos, el dispositivo podría convertirse en una herramienta estándar en los tratamientos de fertilidad, mejorando las tasas de éxito y reduciendo el estrés y la incomodidad para las pacientes.

El desarrollo de este implante representa un avance significativo en el campo de la fertilidad y los tratamientos de reproducción asistida. Al proporcionar un monitoreo continuo y preciso de los niveles hormonales, CERES podría revolucionar la forma en que los médicos administran y personalizan los tratamientos de fertilidad, mejorando las tasas de éxito y la calidad de vida de las pacientes.

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