La era de la revolución en salud integral de los colaboradores mexicanos

Alice Carvalho

México es un país donde casi la mitad de su población carece del servicio del sistema público de salud, por lo que es sumamente valioso que la fuerza laboral reciba de parte de sus empleadores programas y beneficios a favor de su bienestar integral.

Frente a esta realidad, algunas empresas se han dado a la tarea de apoyar a su equipo de trabajo en la atención de su salud mental, física y emocional, no sin dejar de mencionar que el bienestar de los colaboradores empieza a considerarse un factor clave en el cumplimiento de los objetivos de negocio por su relación directa con la productividad.

De ahí que las acciones que se enfocan en mantener al personal sano estén cobrando relevancia, ampliando su alcance hacia nuevas dimensiones como la nutrición y la paz mental, aspectos especialmente de interés para las nuevas generaciones al momento de aceptar o aspirar a una posición.

Desde mi punto de vista estamos viviendo una “revolución en salud laboral”, donde los líderes de las empresas y los profesionales de recursos humanos se están preparando para impulsar a las personas a ser su mejor versión en todos los aspectos y motivar su productividad creando lugares de trabajo saludables y seguros.

Para conocer cómo están las empresas de nuestro país en salud laboral, se realizó una investigación, “Radiografía de Bienestar Empresarial”, en la que encontramos que menos de la mitad de los profesionistas afirman que en su organización se promueve el bienestar fomentando hábitos como el ejercicio y el descanso. Ahí radica la importancia de que sean cada vez más las empresas que impulsen prácticas saludables tanto dentro de la empresa como fuera de la organización, ya que cuando se integra el bienestar corporativo en la vida personal se potencializan los beneficios.

Una cultura de bienestar integra la actividad física, las pausas activas y el descanso, debido a que una persona sana es más productiva y se mantiene más motivada. Al contrario, cuando el colaborador está cansado no atiende bien sus tareas, hay mayor riesgo de enfermedades y accidentes, además de incrementarse el ausentismo y el presentismo, todo lo anterior causando pérdidas monetarias para las organizaciones.

Esto se muestra claramente en la investigación que realizamos, la cual indica que el 52% de los colaboradores trabajaron en el último año sintiéndose mal emocionalmente, lo que todos sabemos afecta el desempeño laboral y puede implicar el desarrollo de enfermedades crónicas como gastritis, hipertensión, ansiedad o depresión.

De esta manera, promover y aplicar acciones enfocadas en la prevención y cuidado de la salud integral de los miembros de la organización ayuda en la atracción y retención de talento, además de incrementar el sentido de pertenencia de los colaboradores. Por eso, en materia de prevención, de acuerdo con el estudio de bienestar las empresas están aplicando chequeos médicos como principal herramienta para disminuir riesgos de enfermedades que pueden impactar de manera negativa en el rendimiento del capital humano.

En mi experiencia, cuando sabemos qué tipo de actividades prefiere el talento podemos implementar acciones muy focalizadas. He observado que las prácticas que los colaboradores prefieren para ejercitarse son aquellas de tipo cardiovascular, seguidas de las actividades como el yoga y la meditación.

Una de las áreas de oportunidad que se encontró en la radiografía de bienestar es la falta de comunicación clara hacia los colaboradores sobre los programas de wellness corporativo. Realizar talleres, campañas educativas y comunicar las acciones que se están implementando ayuda a que los colaboradores perciban de manera clara qué se está haciendo y cómo beneficia su salud. Por consiguiente, no basta con hacer, hay que comunicar.

Sin lugar a duda, es indispensable que sean cada vez más las empresas que inviertan en la promoción y atención de las necesidades de bienestar integral de sus colaboradores, conociendo sus necesidades reales, aplicando y evaluando los programas y comunicándolos de manera continua y efectiva. Claramente es una necesidad estratégica para atraer y retener a los colaboradores y gozar de su productividad.

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