“Durante mucho tiempo las mujeres fuimos anuladas”

Arturo Rojas

En su discurso, Claudia Sheinbaum mencionó que sería pertinente convocar a un congreso de Morena, para actualizar el nuevo proceso de la transformación.

“Durante mucho tiempo las mujeres fuimos anuladas. A muchas de nosotras, nos contaron desde niñas, una versión de la historia que nos quería hacer creer que el curso de la humanidad era protagonizado únicamente por hombres; poco a poco esa visión no sólo se ha ido revirtiendo, sino que ahora sabemos —no solo, por supuesto— que nuestra historia ha sido de grandes hombres, sino que también, que han contribuido grandes mujeres”, comentó Claudia Sheinbaum en su primer discurso como presidenta electa de México.

Durante 45 minutos, cargados de elementos feministas, indicó que, además de ella, con su victoria, fueron reivindicados personajes históricos femeninos como Frida Kahlo, Sor Juana Inés de la Cruz, Elvia Carrillo Puerto, Josefa Ortiz de Domínguez, Juana Gutiérrez, Consuelo Uranga, entre otras. Sin embargo, recordó que también llegaron tías, abuelas e hijas, además de un anhelo de justicia para todas y para todos.

Sheinbaum Pardo reafirmó su compromiso con la continuidad de la cuarta transformación de la vida pública. Y, comentó que, aunque ha sido presionada para que se distancie de su predecesor, con seguridad indicó: “No lo voy a hacer; primero, porque para mí ha sido, es y será siempre un honor estar con Obrador”.

En su discurso, ante un Teatro Metropólitan lleno, y tras recibir la constancia que la acreditó como la triunfadora del pasado proceso electoral a la Presidencia de México, repitió algunas de las promesas hechas al inicio de su campaña, en el Zócalo de la Ciudad de México, como la construcción de 3,000 kilómetros de trenes, el doble de lo realizado por la administración actual, así como la creación de nuevas carreteras y caminos rurales.

Mencionó la creación de programas sociales como una beca universal para niñas y niños de escuelas públicas, un programa de pensión para mujeres entre 60 y 64 años de edad y un programa de salud que visitará a adultos mayores casa por casa. Además, aseguró que trabajará en acuerdos con empresarios para mantener el precio de la canasta básica y que continuará el incremento al salario mínimo.

También, dejó claro que no subirá el precio de la gasolina, el diésel, el gas LP ni la electricidad en términos reales.

Por otro lado, se dio tiempo para mencionar las reformas que envió el presidente Andrés Manuel López Obrador al Congreso, con especial énfasis en la que se enfoca en el Poder Judicial de la Federación.

“Lo dije ahora, no me dejarán mentir. Estuvimos ahí en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; estaban presentes los ministros de la Suprema Corte de Justicia y lo dijimos claro. Hay un mandato popular, de mejorar la justicia para las mexicanas y los mexicanos. Por supuesto, esto fortalecerá la democracia, la autonomía y la honradez del Poder Judicial. Así como el presidente separó el poder económico del poder político, va a tocar ahora, separar la justicia del poder económico”, comentó la próxima jefa de Estado.

Algarabía disminuye

Y aunque en la mayor parte del discurso de la doctora los ánimos de los asistentes estuvieron a tope, coreando en más de una ocasión “presidenta, presidenta” esta algarabía pareció disminuir cuando, en una última sugerencia partidista, Claudia Sheinbaum mencionó que sería pertinente convocar a un congreso de Morena, en el mes de septiembre, para actualizar el nuevo proceso de la transformación, los estatutos, los documentos básicos del partido, trazar una ruta clara que separe la labor del partido y la labor del gobierno en el proceso de transformación; así como decidir la nueva dirigencia del guinda.

Tras ésta, se escucharon algunos aplausos; lo cierto es que este consejo no fue tomado con la misma algarabía de otras partes del discurso que dio la nueva presidenta ante simpatizantes y medios de comunicación.

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