Enuresis infantil: ¿Qué hacer si mi hijo se hace en la cama?

Ileana Vianey Fonseca Barrera

La enuresis nocturna, comúnmente conocida como mojar la cama, es un problema que afecta a muchos niños en edad escolar. Para los padres, puede ser una fuente de frustración y preocupación, pero es esencial entender que casi nunca lo hacen a propósito, y que con paciencia se puede encontrar la solución. En Me Lo Dijo Lola te explicaremos por qué ocurre, y qué estrategias pueden ayudar a tu hijo a superar esta etapa.

¿Qué es la enuresis nocturna?

La enuresis nocturna se refiere a la incapacidad de un niño para controlar la micción durante la noche después de la edad en la que generalmente se espera que los niños puedan mantener la cama seca, que es alrededor de los 5 a 7 años.

Este problema es bastante común, afectando a uno de cada cinco niños a los cinco años y a uno de cada diez a los siete años. Aunque puede ser frustrante para los padres y vergonzoso para los niños, es una parte normal del desarrollo infantil y no suele ser un motivo de preocupación médica seria.

¿Por qué ocurre la enuresis nocturna?

La causa exacta de la enuresis nocturna no siempre se conoce, y suele ser el resultado de una combinación de factores. A continuación, te explicamos algunas de las razones más comunes:

1. Desarrollo físico lento

En algunos niños, la vejiga puede no estar completamente desarrollada o su sistema nervioso aún está en proceso de maduración. Esto puede dificultar la capacidad de controlar la orina durante toda la noche. La vejiga pequeña o la falta de coordinación entre la vejiga y el cerebro pueden hacer que el niño no sienta la necesidad de orinar mientras duerme.

2. Factores hereditarios

La genética también juega un papel importante en la enuresis nocturna. Si uno de los padres, o ambos, tuvieron problemas para controlar la orina durante la infancia, es más probable que su hijo también los tenga. De hecho, si ambos padres tuvieron enuresis nocturna, hay un 70% de probabilidad de que su hijo también la experimente.

3. Problemas del sueño

Los niños que duermen muy profundamente pueden tener dificultades para despertarse cuando su vejiga está llena. Este tipo de sueño profundo hace que sea menos probable que el niño responda a las señales del cuerpo que indican la necesidad de ir al baño, lo que resulta en episodios de enuresis.

4. Factores emocionales

El estrés, la ansiedad o cambios importantes en la vida de un niño, como la llegada de un nuevo hermano, problemas escolares, o incluso una mudanza, pueden desencadenar episodios de enuresis nocturna. Estos factores emocionales pueden afectar la capacidad del niño para relajarse durante la noche y responder a las señales de su cuerpo.

5. Problemas médicos

En algunos casos, la enuresis nocturna puede ser un síntoma de una afección médica. Problemas como infecciones urinarias, diabetes, estreñimiento o incluso apnea del sueño pueden contribuir a que el niño moje la cama. Si la enuresis nocturna aparece repentinamente después de que el niño ha estado seco durante un tiempo, es importante consultar a un profesional de la salud para descartar estas posibles causas.

¿Qué puedes hacer para ayudar a tu hijo?

Si tu hijo moja la cama, es esencial mantener la calma y recordar que no es algo que haga a propósito. Por ello, te damos algunas estrategias que pueden ayudar a tu hijo a superar esta etapa con menos estrés para todos:

1. Mantén un horario regular para ir al baño

Establecer una rutina regular para que tu hijo orine antes de acostarse y limitar la ingesta de líquidos en las horas previas a dormir puede ayudar a reducir los episodios de enuresis. Asegúrate de que tu hijo vacíe completamente la vejiga antes de ir a la cama.

2. Establece una rutina relajante antes de acostarse

Crear un ambiente tranquilo y relajante antes de dormir puede ayudar a tu hijo a descansar mejor y tener un sueño menos agitado. Actividades como leer un cuento, escuchar música suave, o tomar un baño tibio pueden ayudar a tu hijo a relajarse y reducir el estrés.

3. Evita el castigo

Castigar o avergonzar a tu hijo por mojar la cama no ayudará y puede empeorar la situación. Es importante mantener una actitud comprensiva y alentadora. Recuérdale a tu hijo que esto es algo temporal y que, con el tiempo, lo superará.

4. Colabora con tu hijo

Involucrar a tu hijo en la solución del problema puede ser útil. Puedes hacer que lleve un registro de las noches secas y mojadas, y celebrar los avances, por pequeños que sean. Esto le dará a tu hijo una sensación de control y motivación para mejorar.

5. Utiliza herramientas de apoyo

Existen productos como las alarmas de enuresis, que son dispositivos que detectan la humedad y emiten un sonido para despertar al niño y que pueda ir al baño. Aunque pueden ser efectivos, requieren paciencia y consistencia en su uso.

6. Busca ayuda profesional

Si la enuresis persiste o si te preocupa que pueda haber un problema subyacente, consulta a un pediatra o a un urólogo infantil. Ellos pueden realizar pruebas para descartar cualquier causa médica y recomendar tratamientos adecuados, como ejercicios para fortalecer la vejiga o, en algunos casos, medicación.

Es fundamental recordar que la enuresis nocturna es un problema temporal y que la mayoría de los niños la superan con el tiempo. La clave está en ser paciente, proporcionar apoyo emocional, y evitar que el problema se convierta en una fuente de ansiedad para el niño. Cada niño es diferente, y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro, así que mantén una comunicación abierta y constante con tu hijo para encontrar juntos la mejor solución.

Si tienes dudas adicionales o te preocupa la salud de tu hijo, no dudes en consultar con un profesional de la salud. Con comprensión, paciencia y el apoyo adecuado, tu hijo podrá superar la enuresis nocturna y avanzar con confianza hacia nuevas etapas de su desarrollo.