Álvaro Aragón Ayala
Después un impasse que no le impidió fabricar nuevas denuncias, el gobernador dilucidó públicamente -casi al mismo tiempo en el que un grupo armado asesinaba a Faustino Hernández Álvarez, líder de Unión Ganadera de Sinaloa-, nuevas acciones con tendencias asesinas contra los directivos de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Descargó una calumnia, perversa, con el propósito de incitar a un grupo delictivo a que atente contra la vida de las autoridades de la Casa Rosalina: los responsabilizó de la difusión de volantes en los que se le involucra a él, el gobernador, con integrantes del crimen organizado, generando un ambiente de desconcierto en el campus rosalino.
Para darle fuerza a la falsedad afirmó: “sé hasta donde lo imprimieron”. Prácticamente, el gobernador “echó encima” de las autoridades uaseñas a los integrantes del peligroso y poderoso grupo armado que aparecen junto a él en el volante. El propósito es evidentemente criminal. Alcanza la categoría de conspiración.
El gobernador trata de “enganchar”, con una mentira desproporcionada, al grupo con el que se le relaciona en el panfleto, contra los directivos de la UAS a sabiendas de que pone en riesgo la vida de los universitarios. Hay quienes indicaron que fue una “invitación” o «sugerencia» para que agredan a los directivos de la Casa Rosalina.
El gobernador lanzó la falsa acusación en La Semanera casi al mismo tiempo en que un grupo armado asesinó a Faustino Hernández Álvarez, líder ganadero, a quien sumó a Morena/4T en la campaña de Claudia Sheinbaum Pardo. Ahí, también informó que publicará la Ley Orgánica Externa de la UAS, cuyo origen es calificado de inconstitucional.
También empoderó, como secretario general de Gobierno, al ahora ex diputado local Feliciano Castro Meléndrez, con la consigna de “acabar con los directivos de la UAS”. El ex legislador operó la confección de la Ley Orgánica Externa montando una falsa consulta universitaria y un foro “patito”.
