Esta enfermedad puede dañar el hígado durante años sin ser detectada

Rebeca Gallardo

Los pacientes pueden vivir años sin notar ningún problema hasta que la enfermedad se encuentra en fases avanzadas.

El hígado graso no alcohólico, ahora conocido como enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (MASLD, por sus siglas en inglés), es una afección que afecta a casi el 40% de la población mundial. Se caracteriza por la acumulación de grasa en el hígado, lo que puede derivar en complicaciones graves como la cirrosis. Afortunadamente, si se detecta a tiempo, esta condición es reversible.

La MASLD ocurre cuando el hígado acumula grasa en exceso debido a factores como la obesidad, la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y la hiperglucemia. Esta acumulación de grasa puede provocar inflamación y cicatrices en el hígado, lo que lleva a complicaciones más graves. En casos avanzados, la MASLD puede evolucionar hacia la esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica (MASH), una forma más grave de la enfermedad que incluye inflamación y daño celular, lo que puede derivar en cirrosis.

¿Cuáles son los síntomas y el diagnóstico?

Uno de los mayores desafíos de la MASLD es que es, en gran medida, asintomática en sus primeras etapas. Los pacientes pueden vivir años sin notar ningún problema hasta que la enfermedad se encuentra en fases avanzadas. Entre los síntomas más graves que pueden aparecer cuando la enfermedad ha progresado, se encuentran:

– Ictericia (coloración amarillenta de la piel y ojos)

– Acumulación de líquido en el abdomen

– Confusión mental debido a la acumulación de toxinas en el torrente sanguíneo

El diagnóstico temprano es clave, pero a menudo los pacientes no son diagnosticados hasta que ya hay complicaciones. Para detectar la enfermedad en sus etapas iniciales, los médicos utilizan herramientas como la puntuación FIB-4, que mide el riesgo de fibrosis hepática a través de análisis de laboratorio.

Factores de riesgo

Los principales factores de riesgo de la MASLD incluyen la obesidad, la diabetes tipo 2 y el exceso de grasa abdominal. Estas condiciones promueven la resistencia a la insulina y el consumo excesivo de calorías, especialmente grasas saturadas y carbohidratos, lo que provoca la acumulación de grasa en el hígado. Además, las personas latinas son más propensas a desarrollar esta enfermedad debido a predisposiciones genéticas y problemas metabólicos comunes en esta población.

¿Se puede revertir la MASLD?

Afortunadamente, si se detecta en sus primeras fases, la MASLD es reversible. Los médicos recomiendan una combinación de cambios en el estilo de vida y pérdida de peso para revertir la acumulación de grasa en el hígado. Esto incluye adoptar una dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, grasas saludables y proteínas magras, además de realizar al menos 150 minutos de ejercicio a la semana, tanto aeróbico como de resistencia.

En algunos casos, la cirugía bariátrica puede ser una solución efectiva para revertir la fibrosis. También se ha demostrado que medicamentos para la pérdida de peso, como Ozempic, pueden detener la progresión de la enfermedad. Recientemente, la FDA aprobó un nuevo fármaco llamado resmetirom, que reduce la cicatrización del hígado en pacientes con fibrosis en estadios 2 o 3.

Prevención y manejo

El manejo de la MASLD requiere de un enfoque integral. Como lo demuestra el caso de Shawanna James-Coles, una administradora escolar que fue diagnosticada con MASLD en 2021, pequeños cambios en el estilo de vida pueden marcar una gran diferencia. A través de una dieta controlada y ejercicio regular, logró reducir su fibrosis de estadio 2-3 a estadio 0-1.

Es fundamental que las personas en riesgo realicen chequeos médicos regulares y mantengan un estilo de vida saludable para evitar que esta enfermedad progrese.

Con información de The New York Times.

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