¿Cuándo se pone el altar para bebés no nacidos y niños fallecidos?

Carolina Laureles Reyes

En México, a finales de octubre, celebramos una de las tradiciones más significativas del país: el Día de Muertos. Esta fecha no solo es especial por recordar y honrar a nuestros seres queridos que ya no están, sino que también brinda un espacio muy sensible para los papás y mamás que han tenido que despedirse de sus hijos, ya sea bebés no nacidos o niños fallecidos. En esta nota, te explicaremos cuándo se pone el altar para ellos y cómo puedes honrar su memoria con amor y respeto.

¿Qué es el Día de Muertos?

El Día de Muertos es una festividad mexicana de origen prehispánico que celebra la vida de los seres queridos que han partido. A través de altares y ofrendas, las familias honran a sus difuntos con sus alimentos favoritos, flores y otros elementos significativos. Es una manera de mantener viva su memoria y recordar que, aunque no estén físicamente, su espíritu siempre estará presente.

Cuándo se pone el altar para bebés no nacidos y niños fallecidos

Sin embargo, dentro de esta celebración, existen fechas específicas para conmemorar a ciertos grupos de almas. Por ejemplo, los bebés no nacidos, los niños no bautizados y aquellos pequeños que fallecieron, tienen su propio día especial.

¿Cuándo se pone el altar para los bebés no nacidos y niños fallecidos?

El 31 de octubre es la fecha dedicada a los bebés no nacidos, los niños pequeños y aquellos que no fueron bautizados. Según la creencia religiosa, estas almas están en el limbo, un lugar donde no sufren ni son condenadas, por lo que es un día especial para honrarlas. 

El 1 de noviembre, conocido como el Día de Todos los Santos, está destinado a aquellos que vivieron una vida pura y ejemplar, como la de los niños. Durante estas fechas, las familias colocan altares u ofrendas en honor a estos «angelitos», como se les suele llamar, llenos de elementos simbólicos que representan su pureza e inocencia.

Cuándo se pone el altar para bebés no nacidos y niños fallecidos

¿Cómo hacer un altar para un angelito?

Si deseas hacer un altar para honrar a un bebé no nacido o a un niño fallecido, es importante incluir elementos que reflejen su pureza y la luz que trajeron a la vida, aunque su estancia haya sido corta. Estos son algunos de los elementos básicos que debes considerar:

– Comida. Es común colocar alimentos que les hubieras dado o que representen su esencia. Puede ser leche, papillas o incluso algo que consideres especial para ellos. Este gesto simboliza el cuidado y el amor que les brindas.

– Dulce de calabaza. Este dulce típico de la temporada simboliza la abundancia y la dulzura que los pequeños trajeron a la vida de sus padres, aunque haya sido por un breve tiempo. 

– Frutas. Las frutas frescas, como guayabas, naranjas o manzanas, representan la vida y la naturaleza cíclica, recordando que aunque una vida termine, otra puede florecer.

– Agua. El agua es un símbolo de pureza y representa la esencia de la vida. En el altar, se coloca para calmar la sed del espíritu en su travesía.

 – Caramelos. Los caramelos y dulces en general simbolizan la inocencia y el disfrute. Además, están pensados para que los «angelitos» puedan disfrutar de su dulzura durante su visita.

 – Leche. La leche es un elemento que representa el alimento maternal, un vínculo de amor y cuidado incondicional. Colocar leche en el altar es una forma de mantener ese lazo de amor eterno con el pequeño.

 – Velas. Las velas blancas son esenciales en el altar. Estas representan la luz y la guía para que las almas de los pequeños encuentren su camino de regreso al mundo de los vivos durante el Día de Muertos. Además, simbolizan la pureza del alma.

 – Flores blancas. Las flores, en especial las blancas, representan la inocencia y la pureza de los niños. Además, el aroma de las flores ayuda a guiar el espíritu hacia el altar. Las más comunes son las flores de cempasúchil blancas o rosas.

Cuándo se pone el altar para bebés no nacidos y niños fallecidos

El Día de Muertos no solo es una celebración de la vida, sino también una oportunidad para recordar a aquellos pequeños que partieron antes de tiempo. Crear un altar para ellos es una forma de honrarlos, mantener su memoria viva y ofrecerles un espacio de luz y amor en este día tan especial. Aunque ya no estén presentes físicamente, su esencia sigue viva en el corazón de sus seres queridos.

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