“México necesita ciencia, y la ciencia necesita mujeres”: L’Oréal

México se enfrenta a desafíos globales que solo pueden abordarse con una base sólida en ciencia, tecnología e innovación. En este contexto, el papel de las mujeres es fundamental. La iniciativa organizada por L’Oréal celebra el empoderamiento femenino en la ciencia, reconociendo las contribuciones excepcionales de científicas mexicanas que están moldeando el futuro del país.

México se enfrenta a desafíos globales que solo pueden abordarse con una base sólida en ciencia, tecnología e innovación. En este contexto, el papel de las mujeres es fundamental. La iniciativa organizada por L’Oréal celebra el empoderamiento femenino en la ciencia, reconociendo las contribuciones excepcionales de científicas mexicanas que están moldeando el futuro del país.

El evento destacó el trabajo de ocho científicas mexicanas, abordando problemáticas como la contaminación ambiental, el cáncer de mama y la inteligencia artificial. Deborah Armstrong enfatizó la importancia de iniciativas como esta, que no solo celebran el presente, sino que buscan transformar el futuro: “Tenemos este propósito colectivo de ciencia en general, y cuando miramos a nuestro alrededor sabemos que aún hay mucho por recorrer”.

Luis Miguel Moreno, directivo de L’Oréal, reforzó esta visión al comentar: “Es fundamental reconocer a las mujeres que han hecho grandes avances en la ciencia en México, porque pocas veces se les da visibilidad”.

Armstrong agregó: “Cuando uno entiende cifras como que en México faltan 200 años, según los análisis, para que la brecha de desigualdad se cierre, comprendemos mejor la importancia de premiar y apoyar a las mujeres en la ciencia”.

El evento, que también contó con la participación de la Academia Mexicana de Ciencias, fue una muestra clara de que las mujeres no solo son parte fundamental de la ciencia mexicana, sino que su contribución es esencial para el desarrollo del país.

A modo de conclusión, Araceli Becerril dejó en claro que “El talento no tiene género. Es vital que trabajemos para desmantelar los estereotipos que hacen que las niñas piensen que las matemáticas no son para ellas. Debemos educar de manera diferente, permitiendo que las jóvenes se atrevan a fallar y aprendan con resiliencia y valentía, porque cada error es una oportunidad de crecimiento, una fuente de enriquecimiento.”

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