La sonda japonesa Akatsuki entró el 7 de diciembre en órbita alrededor de Venus. Lo ha hecho con cinco años de retraso, cuando su motor principal de frenado no actuó bien en la primera ocasión, apagándose antes de lo previsto. Sobrepasado el planeta, los ingenieros prepararon una ruta alternativa, rodeando de nuevo el Sol en varias ocasiones, y diseñaron una maniobra utilizando el sistema auxiliar, menos potente.
Los cuatro propulsores auxiliares actuaron bien y, funcionando durante más de 20 minutos, consiguieron frenar la sonda para que esta cayese atrapada por la gravedad de Venus. Los científicos estudiarán ahora la órbita alcanzada, con un apoastro aproximado de 475.000 km, que será reducida hasta unos 330.000 km en marzo. Dado que su punto más bajo, el periastro, se hallará a unos 1.000 km, se espera que la nave aún pueda efectuar una misión científica satisfactoria, en función del combustible restante.
La Akatsuki, o Venus Climate Orbiter/Planet-C, fue lanzada en mayo de 2010. Con un peso de 480 kg, se dedicará a estudiar la atmósfera de Venus, tomando el relevo de la europea Venus Express, cuya misión concluyó hace un año.
Fuente: noticiasdelaciencia.com
