El desafío de elegir la base de maquillaje ideal

Cuando el fondo de maquillaje te queda como una segunda piel ya puedes dejar de buscar. ¡Has dado con el tuyo!

Pero no es fácil. Seguro que has tenido más de una vez una de las experiencias más frustrante en cuanto a adquirir un fondo de maquillaje. Por desgracia, justo ese que te quedaba perfecto en la tienda, cuando te lo aplicas en casa compruebas que, una vez más, no queda igual. Por otro lado, también eres de las que exiges cada vez más a tu base de maquillaje. Porque para que se convierta en tu cómplice imprescindible tiene que: camuflar los defectos, aportar luminosidad, combatir los signos de la edad y, sobre todo, que no se note.

Por suerte, en el mercado tienes todo un arsenal completo de productos que cumplen con todos los requisitos, pero necesitas ayuda para elegir el adecuado. Para echarte un cable te proponemos 10 fondos diferentes para que elijas.

Pero antes de elegir, tienes que saber qué tipo de piel tienes: seca, grasa, mixta, madura y/o con imperfecciones. Así puedes aplicar la textura que más te convenga; y luego debes elegir el tono idóneo y para eso tendrás que seleccionar el que sea el más parecido a tu carnación natural, teniendo en cuenta también los matices. No debe de ser más oscuro pensando que hará el efecto bronceado, porque lo que conseguirás es un aspecto artificial y envejecido. Ni más clarita porque te dejará como un cadáver. Lo importante es dar con ese tono justo que se integre perfectamente con tu piel y ¡desaparezca!

Resumiendo, se puede decir que en el mercado existen estas texturas de maquillaje:

Fluida: es la más popular. Su ventaja es que es el más fácil de extender, ofrece un resultado natural y no acentúa las arrugas. Se adapta a todo tipo de pieles. Dentro de las bases fluidas están las formulaciones libres de aceites, especialmente recomendadas para pieles mixtas a grasas.

Crema: la más adecuada para aplicar en pieles secas, maduras o para épocas de frío. Ricas en sustancias antioxidantes, protege y mantiene el nivel óptimo de hidratación.

Compacto en Crema: por su concentración es la más cubriente, y al contener polvos absorbentes, esta textura resulta ideal para las pieles mixtas y grasas al ayudar a eliminar y controlar los brillos. En esta textura también se presenta el formato stick.

Compacto en Polvo: similar al anterior, pero con menor cobertura. Su aplicación, rápida y sencilla, la hace ideal para maquillarse en cualquier momento y hacer retoques. Sin embargo, reseca ligeramente la tez así que no conviene abusar en pieles secas o maduras.

Mineral: su fórmula está hecha a base de pigmentos minerales naturales, y normalmente se recomiendan para pieles muy sensibles ya que no obstruyen el poro y no da alergia. Las puedes encontrar en polvo, crema, compactas o líquidas

¿Piel dorada o rosada?

No te fíes de lo que tu piel manifiesta a primera vista. Tienes que definir su colorimetría mediante estas dos variables: cálida y fría. Para saber a cuál de ellos perteneces, solo tienes que mirar tu mano con la palma hacia arriba, si tus venas se ven de color azul o púrpura tu tono de piel es frío, si las ves tirando a verde o a algún tono amarillento, tu piel es cálido. Ateniéndote a estas circunstancias tendrás que optar por las bases amarillentas/doradas para pieles cálidas y rosáceas/anaranjadas para las frías.

No te limites a hacer las pruebas en el dorso de la mano. Mejor escoge unos tres tonos diferentes, ponlo en tiras debajo de los pómulos o en el cuello, son las zonas de piel más cualificadas como banco de pruebas, y aléjate del stand y sus luces artificiales, sal a la calle y comprueba cómo queda con la luz solar. Cuando pasen al menos 10 minutos, observa cómo ha quedado el rastro de las bases de maquillaje en tu piel y ¡elije!

Pero ¡cuidado! una vez que hayas escogido la base idónea para tu tono de piel, tienes que tener en consideración que tu piel no tiene el mismo tono durante todo el año. No es lo mismo que estés en verano que en invierno, por lo tanto tendrás que incluir alguna pequeña modificación en tu base de maquillaje y no solo en lo que se refiere al tono a causa del bronceado, también puede convenir que cambies la textura y selecciones alguna otra más fluida y ligerita, y que tenga siempre SPF, para que te proteja del sol y no te salgan manchas.

Fuente: mujerhoy.com

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