Curan con hierbas y fe; medicina tradicional

Existen 25 casas que ofrecen esta alternativa dentro de la cosmopolita Ciudad de México

Ximena Mejía

Curar el alma, el espanto y el empacho está en las sabias manos de la curandera Marisa Coronado Loredo en la Ciudad de México, una gigantesca urbe en donde pareciera que ya está olvidada la medicina tradicional.

Sus manos arrugadas albergan el conocimiento de esta alternativa que emplea a los pacientes desde hace 40 años y ahora diariamente lo realiza en la Casa de Medicina Tradicional Apapacholiztli, ubicada en Gabino Barreda 103, en la colonia San Rafael.

En este edificio hay espacio para una ceremonia en un temazcal con capacidad para 10 personas, camas de masaje, técnicas de curación con piedras calientes, plumas de águila, capullos de mariposas, y también para hacer uso de las plantas de la manzanilla, hierbabuena, lavanda, mirto, romero, ruda, toronjil, clavel, chaya, y hasta el peyote para la herbolaria.

La curandera está convencida de que no hay nada que las hierbas y la fe no puedan curar. Por eso cuando llegan madres jóvenes con sus hijos les ofrece la llamada farmacia viviente, es decir, las plantas.

“Las nuevas generaciones no son ajenas al pasado.

Tienen la noción de cómo curar con herbolaria, porque sus abuelas o mamás lo decían, pero no saben cómo usarlas”, por eso les brinda la posibilidad de conocerlas, declaró Marisa al mostrar el pequeño huerto del hospital.

La curandera ha visto al pasar de los años la aparición de un sinfín de enfermedades, sin embargo, para ella, el factor común que se debe atacar es la depresión que puede provocar cualquier padecimiento en las personas.

Esta medicina tradicional se considera como una alternativa para quienes deseen hallar un remedio natural y espiritual, que ya ha sido promovida e impulsada por la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec).

Recientemente los curanderos o médicos tradicionales han tomado talleres para poder apoyar a enfermos de VIH-sida y cáncer, con terapias que consideran logran curar los “dolores del alma y mejoran sus organismos”. Este lugar no parece lo que es, la gente que llega -luego de conocerla por testimonios-, se sorprende por la variedad de remedios que ofrece.

“Uno pasa y no se imagina que aquí te pueden curar con técnicas milenarias. Es algo natural y que hace sentirse bien, sin químicos”, dijo Sofía, una paciente que recientemente conoció este proyecto.

En la Ciudad de México existen 25 casas que ofrecen esta alternativa tradicional, se ubican en las delegaciones Magdalena Contreras, Tlalpan, Cuauhtémoc, Cuajimalpa, Azcapotzalco, Iztapalapa, Xochimilco, Tláhuac, Iztacalco, Venustiano Carranza y Gustavo A. Madero y el costo de las consultas es de 40 pesos y los masajes van desde los 300 a 400 pesos.

Publicado en Excelsior

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