PRI, ¿el principio de una rebelión interna?

Rolando Ramos

Las voces disidentes al interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI) sobre la posición y propuestas del presidente Enrique Peña Nieto para mitigar los efectos del aumento a la gasolina, como la de Ivonne Ortega Pacheco, pueden desembocar en una “rebelión interna”, advierte Lorenzo Meyer.

“En el caso de Ivonne es, por ahora, una sola voz disidente, pero si nos acordamos de 1987, 1988, a (Miguel) de la Madrid también se le empezaron a salir del huacal unos cuantos. Porfirio Muñoz Ledo, por ejemplo, y luego ya se sumó Cuauhtémoc Cárdenas…

“Y terminó por ser la división del PRI. No sé qué vaya a pasar ahora con los priistas. Si Ivonne es simplemente un caso relativamente aislado, y que se puede mantener, digamos, acotado, o si puede ella ser, como fue en 1987, el principio de una rebelión interna”.

El académico fue consultado con respecto a cómo interpretaba el hecho de que la ex gobernadora de Yucatán y ex secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, respondiera al presidente de México con un decálogo de propuestas para enfrentar el llamado gasolinazo, aprovechando la pregunta “¿qué hubieran hecho ustedes?”, que hizo el presidente de México recientemente a los ciudadanos cuando explicó las razones por las que su gobierno determinó liberar los precios de los combustibles.

—¿Se le están saliendo del huacal los priistas al presidente de la República?

—No es que la mayoría se le salga del huacal, pero con que se le salgan unos ya tenemos ahí un indicador de un cambio interesante en la situación tradicional en donde el presidente era el jefe natural de los priistas.

“Además esto hay que ponerlo en el contexto, también, de la Coparmex, que, igualmente, en el pasado las organizaciones empresariales y las grandes organizaciones de obreros y campesinos, que ahora ya no son grandes, aceptaban de manera casi automática el sumarse a las posiciones asumidas por la Presidencia, y ahora ya no”, destacó el académico.

En entrevista, la ex gobernadora Ivonne Ortega Pacheco asegura que no busca confrontarse con el presidente Peña Nieto, sino simplemente dio respuesta a la pregunta que él hizo.

“El partido, en este momento, tiene que estar entendiendo el momento que vive la sociedad, y si no cambiamos estas condiciones podemos correr el riesgo de que nos cambien a los priistas”.

La yucateca —que de acuerdo con algunos de sus correligionarios consultados formaría parte del grupo político de Manlio Fabio Beltrones, a quien se atribuye su designación, en su momento, como candidata al gobierno de Yucatán, aunque integrantes de su equipo de trabajo aseguran que la mujer encabeza su propio grupo político interno y que no pertenece a ninguno— anticipa que en breve presentará una iniciativa de modificaciones legales para “bajar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), porque esa es una condición para que inmediatamente baje el costo de la gasolina”.

Al hacerle ver a la actual presidenta de la Comisión de Comunicaciones de la Cámara de Diputados que su propuesta es abiertamente contraria a la posición del presidente de la República y, por ende, a la que defiende Enrique Ochoa Reza, presidente nacional del PRI, responde:

“Sí, el presidente y el coordinador de nuestro partido han dado su postura. Hemos salido varios militantes de nuestro partido con posturas y propuestas diferentes y esa es precisamente la riqueza del PRI. Tenemos diferentes visiones, diferentes maneras de ver las cosas y, en este caso en particular, en el que están lastimando lo más importante que tendríamos que cuidar, que es el gasto familiar, hemos manifestado nuestras condiciones (…) Digamos que respondemos a las dos, a la postura de nuestro presidente del partido y a la invitación del presidente de la República”.

A la pregunta de si ya se rompió la tácita tradición priista de callar ante el presidente, la yucateca reconoce que desde que su partido perdió la Presidencia en el año 2000 “tenemos mayor libertad de expresión, mayores condiciones de crecimiento, inclusive personal y político”.

Sus propuestas, aclara, no tienen que ver, en este momento, con su intención de ser la candidata presidencial del PRI para suceder a Peña Nieto en el 2018; “mi aspiración es válida, pero está por encima México. En este momento lo que quiero es motivar a la sociedad a reconciliarnos, a poder opinar, a juntos jalar la misma carreta, que es la única que tenemos, y es este país en el que vivimos todos”.

Publicado en El Economista

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