Ingredientes:
– Un pollo troceado
– Una cebolla grande
– Una cabeza de ajos
– 400 ml de vino blanco
– 250 ml de agua
– Una pastilla de caldo de pollo
– Un par de hojas de laurel
– Tomillo
– Orégano
– Pimienta negra molida
– Sal
– Aceite oliva virgen
Preparación:
Esta es una de esas recetas que merece la pena tener en nuestro recetario personal, porque es sencilla de preparar, rica y sabrosa y que además le gusta a todo el mundo en general. Es una de esas recetas ideales para preparar como almuerzo cualquier día de la semana. Vamos a mostraros paso a paso la receta para que os resulte lo más sencilla de preparar, así que esperamos que os guste y os resulte de utilidad para vuestras recetas del día a día.
Empezamos limpiando bien el pollo y salpimentándolo, una vez lo tengamos bien troceado, algo que os recomendamos pedir al carnicero, que os lo servirá bien troceado y os dejará listo en poco tiempo, así os evitáis la tarea en casa. Usad la cantidad de pollo que necesitéis según los comensales que vaya a haber, teniendo en cuenta que con un buen pollo pueden comer 3 o 4 personas, sobre todo si lo servís con alguna guarnición.
Pelamos y cortamos los ajos en láminas no demasiado gruesas, y después pelamos también la cebolla y la cortamos en trozos que sean más bien pequeños. Ponemos a calentar una olla grande, donde nos quepa bien el pollo, le echamos un buen chorreón de aceite de oliva y cuando esté bien caliente vamos a freír el pollo hasta que se dore por todos lados. Queremos que quede sellado por fuera, pero sin que esté hecho del todo, por lo que no debemos dejarlo mucho tiempo. Cuando se haya dorado bien, lo sacamos y reservamos para más tarde.
En ese mismo aceite echamos los ajos y cuando comiencen a tomar color echamos la cebolla picada, con un puñado de sal para que se poche bien, y las dejamos sofreír bien, hasta que empiece a volverse transparente, sin llegar a quemarse. Cuando esté tierna la cebolla volvemos a añadir los trozos de pollo a la olla, añadimos también el vino blanco y las hojas de laurel, y dejamos que se evapore el alcohol del mismo durante un par de minutos a fuego fuerte.
Agregamos después la pastilla de caldo de pollo disuelta en un vaso de agua, un poco de orégano y tomillo al gusto y dejamos a fuego lento que se vaya cocinando el pollo poco a poco. Debemos dejar el pollo durante unos 40 o 45 minutos para que se cocine bien, sin dejar de remover de vez en cuando. Cuando esté bien hecho probamos el mismo para ver si es necesario corregirle el punto de sal o de las especias, y cuando esté a nuestro gusto lo retiramos del fuego. Si queremos espesar un poco la salsa podemos añadir un poco de harina y removerla bien para disolverla y que de un poco de consistencia a la misma. Y ya tendríamos listo esta rica receta de pollo en salsa, ideal para acompañar con unas patatas fritas o cocidas o con una buena ensalada.
Publicado en polloensalsa.net
