«Potomaníacos», los adictos a las botellitas de agua

La Nación

Los especialistas advierten acerca de la sobrehidratación.

Con la botellita de agua a todos lados. Así es como anda por la vida Magdalena Ale, diseñadora de 39 años. Incluso cuando viaja, es una de las primeras cosas que mete en la valija, siguiendo el manual del buen viajero. Y va cargándola y tomándola todo lo que dure el recorrido. Desde hace un tiempo se le hizo un hábito esto de hidratarse. Le resultaba difícil tomar los ocho vasos diarios que creía que debía tomar. Entonces incorporó la botellita y se le hizo costumbre. Ahora, casi que no va a ningún lado sin ella.

Lo que le pasa a Magdalena le ocurre a buena parte de su generación, que ha desarrollado una verdadera dependencia de la botellita. Aunque ahora los especialistas tiran por tierra ese mito de que son necesarios dos litros de agua diaria y hasta advierten sobre el peligro de la sobrehidratación. La Ingesta Adecuada (IA) de agua fue definida por la Autoridad de Seguridad Alimentaria Europea (EFSA), en 2010, que convocó a un panel de expertos con el propósito de establecer los valores de referencia para ingesta de agua en grupos de edad específicos.

«Para un consumo saludable de agua, se recomienda ingerir diariamente un mínimo de seis vasos en la infancia y ocho en la adolescencia. Un vaso equivale a 200 ml», apunta el informe Derecho al agua segura, elaborado por el Observatorio de la Deuda Social de la UCA.

Claro que no todo es agua: para alcanzar la ingesta adecuada de agua que ponderan los especialistas, también se deben tener en cuenta otro tipo de bebidas, e incluso el agua contenida en los alimentos como frutas y verduras.

«El agua debería ingerirse como respuesta a la sed y no a la necesidad de consumir equis cantidad de vasos diarios. Lo mismo que la comida. Comer cuando uno tiene hambre y tomar cuando tiene sed es lo que nos mantuvo a salvo a lo largo de los años y nos permitió sobrevivir», apunta el nutricionista Julio Montero, médico especializado en nutrición y ex presidente de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios (SOATA)

Los especialistas coinciden en que, con la intensión de estimular el consumo de líquidos, durante la última década se ha caído, en algunos casos, en el exceso: la sobrehidratación. De todas formas, salvo en casos de deportistas extremos, que pueden sufrir eventos cardíacos por esta causa, no se le conocen contraindicaciones graves o riesgos manifiestos para la salud.

Publicado en primerahora.com

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