Elba Esther Gordillo bajo supervisión clínica tras desmayo prolongado

César Arellano García

Luego de que el viernes pasado Elba Esther Gordillo, ex líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), sufriera un prolongado desmayo en el cuarto de hospital en el que se encuentra recluida con vigilancia policiaca, está siendo atendida actualmente y se esperan los resultados de todos los exámenes clínicos.

De acuerdo con su defensa legal, los médicos del hospital y su médico tratante intervinieron de inmediato por lo que la maestra Gordillo recuperó la conciencia, pero está en valoración.

Se determinó necesario, dijo, practicar una serie de estudios para descartar o corroborar que el síncope sufrido no derive en una isquemia cerebral dado el antecedente de los dos aneurismas que Gordillo presenta.

La mayoría de los estudios se llevaron a cabo en el Hospital María José Roma, sin embargo, explicó el abogado, el especialista en medicina interna así como su médico tratante requirieron la práctica de una angio-resonancia de vasos supraaórticos, vasos del cuello y vasos intracraneales, para lo cual se solicitó un traslado transitorio al Hospital Ángeles del Pedregal (debido a que en el nosocomio en el que se encuentra, no dispone de los aparatos clínicos aptos para esos estudios).
El día sábado por la noche, fue posible su traslado con vigilancia policiaca para la práctica de dicho estudio.

En un comunicado, Marco del Toro, abogado de Gordillo Morales, expresó que el magistrado del primer tribunal unitario ha incurrido en violaciones sistemáticas al negar el beneficio de prisión domiciliaria de su defendida.

“Pese haber obtenido sentencias favorables en dos juicios de amparo, por una parte han prolongado su estancia en un hospital (con las implicaciones que ello conlleva), pese que especialistas del sector público como privado consienten en que la paciente debe atenderse en su domicilio, y por la otra, le han generado un carga de estrés inhumano e intolerable a todas luces que han puesto en riesgo su salud y por ende su vida.

“Violaciones tales como decir que la maestra Gordillo no cuenta con un dictamen médico de embarazo. Tal ‘razonamiento’ no solo rebasa en lo absurdo, sino que pone de manifiesto la mala fe del magistrado en quien se supone su papel es el de velar por las garantías fundamentales de los ciudadanos”.

Agregó que su permanencia en un hospital por un tiempo tan prolongado (más de cuatro años), “la expone a enfermedades nosocomiales (que podrían ser fatales dada su condición mono renal, al haber donado un riñón años atrás).

“De igual forma, el permanecer 24 horas en un cuarto hospitalario somete a la paciente adulto mayor a un estrés descomunal, lo que en nada contribuye a sus variables de presión arterial (las que a su vez pueden detonar un problema fatal en los aneurismas cerebrales que padece y el ateroma que presenta”.

Publicado en La Jornada

Otras notas que pueden interesarte