Nueve trucos para ponerte morena sin quemarte

Stefanie Milla

A pesar de que sabemos que el sol nos machaca la piel, en verano nos gusta estar morenas. Así que vamos trampeando, pensando que existe un bronceado sano (spoiler: ¡no existe!) o que, por usar un buen fotoprotector, podemos pasarnos horas al sol cual cocodrilo a las orillas del Nilo (spoiler: podemos, pero no debemos. Los protectores están para protegernos, como su nombre indica, no para usarlos como excusa para recibir un bombardeo de rayos UV en la piel). Por eso, y en un intento de salvar la piel, ofrecemos algunas estrategias para maximizar el bronceado mientras se minimiza el tiempo de exposición al sol.

La dieta influye. Y mucho. Si nuestra alimentación es rica en carotenos –un pigmento natural de las frutas y verduras – estimularemos la producción de melanina, que es lo que nos pone morenos. Encima, es un estupendo antioxidante, lo que siempre viene bien. Los encontramos en los alimentos de color naranja, rojo y verde oscuro. A la cabeza, la zanahoria (un clásico de verano), los albaricoques, la calabaza, el boniato, el mango y la papaya, así como las espinacas, el kale, las acelgas y los pimientos.

La vitamina C nos da mejor tono. Se ha demostrado que una dieta rica en esta vitamina, también un eficaz antioxidante, aporta luminosidad (en invierno también, por cierto). No solo eso: además, ayuda a que el cuerpo pueda crear más colágeno. Se encuentra en los cítricos, las fresas, los pimientos, el kiwi y los tomates.

En general, aumentar el consumo de frutas y verduras solo tiene ventajas; también para el color de la piel. Un estudio de la Universidad de St. Andrews demostró que aumentar en dos raciones extra el consumo de frutas y verduras al día conseguía mejorar el tono cutáneo en seis semanas, dándole un aspecto más dorado y atractivo a la tez. Y sí, esto ¡también! vale para el otoño, el invierno y la primavera, ¡no es exclusivo del verano!

Aquí tienes un truco muy sencillo para aplicar en las tardes de verano, tras volver de la playa o de la piscina: mezcla un poco de autobronceador con tu after sun. El color se intensificará, sin miedo a las temidas líneas de demarcación del bronceado sin sol, de la forma más natural y favorecedora.

En el rostro, aplica un fotoprotector con color. Si te ves más dorada –a la vez que estás más protegida– sin duda te costará menos mantener la cabeza en su sitio antes de lanzarte a achicharrarte, vuelta y vuelta.

Un truco muy antiguo para amantes de lo natural: realiza un concentrado de té negro a modo de autobronceador casero. Cuanto más oscuro, mejor. Y aplícalo sobre la piel con las manos. Deberás extender al menos cuatro capas para ver el resultado, dejándolas secar. Los taninos del té le darán un color dorado a la piel. Eso sí, también a las palmas de las manos (ya sabes, a lavar con agua y jabón) y pueden manchar la ropa, así que mejor usarlo si llevas prendas oscuras y no muy apretadas.

Si quieres hidratación con color para las piernas, lo tuyo son las BB Creams para el cuerpo. Entre las más recientes encontrarás Sun 365 BB Body Cream SPF 15 de Lancaster, Bronzing Body BB Cream Honey Bronze de The Body Shop, BB Milk Leche Corporal de Biotherm.

¿Prefieres una opción que aporte más color y menos textura? Lo tuyo son los tintes para cuerpo, maquillajes pensados especialmente para piernas, escote y brazos. Son productos como Instant Tan Body Gloss de St. Tropez, Terracota Jolies Jambes de Guerlain, Body Bronzing Makeup Stem Cell de Fridda Dorsch o el Spray Bronceador para Piernas Honey Bronze de The Body Shop.

Ya no hay excusas para dejarse la piel en el bronceado, ¿verdad?

Publicado en Mujer Hoy

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