Infamia anti UAS

Juan Manuel Partida Valdez

Morena ambiciona y quiere todo, por las buenas o por las malas. Buscan controlar a la Universidad Autónoma de Sinaloa, y están dispuestos a hacer lo que sea para desprestigiarla o destruirla. Comenzaron en la Facultad de Psicología, ya le siguen en Química, y no se detendrán.

Estos embates contra la UAS son externos; varios de sus actores reconocieron públicamente sus ligas con el mencionado partido político. Aceptado también en vivo y ante numerosos medios de comunicación, ese grandísimo absurdo de que algunos de los que dicen luchar por mejores maestros ni siquiera estudian en la universidad. Las intencionalidades políticas están más que claras.

Hemos visto diversas expresiones políticas públicas de respeto y de reconocimiento a la rosalina institución, pero con hechos que los contradicen de manera muy abierta y descarada; el clásico ése de… y por abajo bolas.

Son malagradecidos y cobardes que mienten, engañan y traicionan, y que gastarán el dinero que sea necesario para seguirle pagando a ésos que presumen ser luchadores sociales y formadores de opinión.

Con todo el desparpajo y contra las evidencias, fingen burdamente que lo único que les preocupa es que esa casa de estudios sea lo mejor de lo mejor.

Son títeres que vendieron sus conciencias, a cambio de unas monedas y de la promesa de “hueso”. Al sumarse al proyecto de esos morenistas, serán amigos de la “nueva” universidad bajo su control, y contarán con la bendición del poder tras la proyectada victoria en la elección de gobernador.

Es evidente que esas marionetas nunca aceptarán que fueron comprados, pero ni falta que hace. Y aunque quedaron al descubierto, no debemos caer en la ingenuidad de que cesarán sus infamias y sus perversidades.

Los ataques contra la UAS subirán de tono, al puro estilo de los chairos. Inventar lo que sea necesario contra la institución, directores, maestros y demás, con pretextos nuevos o reclamos reciclados; insultar, calumniar y agredir todos los días, y si corre la sangre pues ni modo. Mi duda es si las autoridades universitarias tendrán el valor de enfrentar las ambiciones morenistas, o si les vale.

En lo personal, mi ratificación del respeto y el aprecio que tengo para una institución que mucho nos ha dado a cientos de miles de familias. Y mi firme decisión de luchar contra quienes de manera perversa y por puro interés personal o de grupo aspiran a desestabilizar y a destruir a la máxima casa de estudios sinaloense.

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