Acoso sexual debe combatirse luchando contra los estereotipos

Arizbet García

El acoso sexual hacia las mujeres es un problema que limita su libertad, sus derechos y su autonomía. Por ello, ante este tipo de agresiones que se han normalizado, es necesario erradicarlas a través de su identificación  para reconocer que en algún momento se han practicado, y así dejar de ejercerlas, señaló Natalia Calero Sánchez, especialista de Gestión de Programas en ONU- Mujeres.

Entrevistada por El Economista, Calero Sánchez  explicó  que  estas acciones derivan de los estereotipos de género que las normalizan. Por consiguiente, para atender este problema de raíz, es importante  sensibilizar a los hombres sobre este tema para que sus conductas hacia las mujeres sean libres de violencia.

Ante este panorama, la especialista de ONU- Mujeres  indicó que surgió la campaña  Dejemos de Hacerlo, la cual busca combatir el acoso sexual en los espacios públicos a través de la sensibilización de los hombres respecto a este asunto para desnormalizar  estas manifestaciones de violencia, y de esta forma las eviten.

Asimismo, detalló que a diferencia de otras iniciativas, esta no es expuesta por mujeres, al contrario, es presentada como un diálogo de hombres a hombres para que puedan reconocer  los diferentes tipos de acoso sexual que existen, y así se den cuenta que en algún punto de sus vidas pudieron haber acosado, y dejen de hacerlo.

‘’Muchas de las campañas previas se han enfocado justamente en responsabilizar a las mujeres por su propia seguridad o decirles qué deben de hacer o no hacer ellas por estar en el espacio público. Se nos hace muy importante atender a la raíz del problema  que es justamente la conducta de los hombres respecto de las mujeres y por eso es que nos acercamos a ellos, (…) o sea es hombres hablándole a hombres,  para llegar a la raíz del problema, que son ellos que ejercen este tipo de violencia en contra de las mujeres en los espacios públicos, más que responsabilizarlas a ellas por su propia seguridad ‘’, mencionó.

Previo a la realización de la campaña, comentó, se llevaron a cabo grupos focales, los cuales demostraron que  los hombres catalogaron algunos tipos de acoso sexual como los chiflidos y los piropos como inofensivos e incluso los consideran como halagos.

La ONU-Mujeres define el acoso sexual como ‘’conductas o acciones indeseadas que pueden ser sin contacto físico (comentarios sexuales, silbidos, gestos), así como conductas con contacto físico, (manoseos, tocamientos) y pueden generar un daño o sufrimiento físico, psicológico, sexual, económico o social en las personas acosadas.’’

Para dimensionar el problema del acoso sexual en México, Calero recordó que de acuerdo a la organización especializada en equidad de género, una de cada tres mujeres ha experimentado algún tipo de violencia en los espacios públicos, mientras que 7 de cada 10 agresiones contra las mujeres, ocurridas en la calle, son de tipo sexual, tales como: piropos groseros u ofensivos, intimidación, acecho, etc.

En ciudades como Guadalajara, 81% de las mujeres ha padecido violencia sexual mientras recorrían espacios públicos. Por otro lado, en el área metropolitana de Monterrey  91% de las mujeres que usaron el transporte público han enfrentado este tipo de agresiones.

Masculinidad positiva vs. acoso sexual

Tras indicar que estas agresiones sexuales provienen de los estereotipos de género, la especialista de la ONU-Mujeres recapituló que la campaña, plantea impulsar una masculinidad positiva libre de roles, comportamientos y atributos que definen al hombre como un ser poderoso, competitivo, fuerte, violento,  que no llora ni expresa sentimientos, ya que se requieren masculinidades  plenas que no opriman ni discrimen a las mujeres.

Agregó que la solución ante este problema no es sólo responsabilidad de las instituciones, sino también  de la sociedad que debe involucrarse, debido a que se trata de un proceso de desnormalización. 

Publicado en El Economista

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