Convenios de cuotas futuras ante el IMSS podrían ser de hasta seis meses de prórroga sin recargos

Lic. Horacio Villar Barajas


Mucho se ha hablado acerca del apoyo que el IMSS otorga a los patrones en esta difícil época de pandemia a través de convenios para el pago de cuotas de las empresas que no han podido cumplir de manera puntual con sus obligaciones, ofreciendo diversos plazos y el no garantizar dichos adeudos, pero esto es como aquella frase de “tapar el pozo, después del niño ahogado”, ya que son convenios para quienes dejaron de pagar y han generado adeudos pasados, situación que en otro momento los haría enfrentar los feroces embargos practicados por los ejecutores del IMSS.

Como sabemos, el Gobierno Federal ha manifestado en reiteradas ocasiones que el combate a la corrupción le ha permitido tener finanzas nunca antes vistas, situación que es de aplaudir y que si bien es cierto, su destino puede o debe ser a los más necesitados, pero es indispensable que se quite la venda de los ojos a los distintos actores políticos, a fin de que comprendan la importancia de apoyar a las empresas que también forman parte de México y necesitan apoyos, ya que son estas las que generan empleo y sostienen a la economía del país.

Cifras van y cifras vienen acerca del desempleo, algunos datos los aporta el propio IMSS, lo cual pensaríamos que lo hace revisando las bajas de trabajadores y una gran cantidad de información que tiene en sus sistemas, aunque no siempre tiene razón o tiene otros datos, como cuando su director general, Zoé Robledo Aburto, ahora enfermo de covid-19 nos platicó de la destrucción del empleo en aquella sombría mañanera del 8 de abril de 2020, sin darse cuenta que había casos donde se presentaron bajas y al día siguiente altas de las mismas personas, sin embargo, y a pesar de información inexacta, es de todos conocido que las empresas han disminuido el número de empleados ante la imposibilidad de hacer frente al total de obligaciones y ante la clara falta de apoyo moral al que tanto se refiere el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en su decálogo para salir del coronavirus y enfrentar la nueva realidad nos dice que salgamos a trabajar, pero para ello, hay que salvar los empleos.

Por ello, resulta de trascendencia hablar del contenido del artículo 40-E de la Ley del Seguro Social, el cual establece un beneficio mayor al que el IMSS nos ha contado y que claramente no ha querido hacer público. Nos referimos a convenios de cuotas obrero-patronales que pueden ser aprobados por el H. Consejo Técnico del IMSS, el cual está integrado por los sectores patronales, obrero y de gobierno, quienes tienen en sus manos la posibilidad de apoyar y reactivar a la economía otorgando los mismos cuando se acredita una razón económica excepcional por la cual no se puede cumplir con las obligaciones, siendo claro que los acuerdos de suspensión de actividades durante la jornada de sana distancia han provocado una clara afectación en las finanzas de las empresas. Los convenios señalados son para diferir el pago de cuotas hasta por seis periodos posteriores a la fecha de solicitud, es decir, el patrón podría solicitar el diferimiento de meses tales como mayo a octubre de 2020, pudiendo pagar hasta en doce parcialidades a partir del mes de septiembre de 2020 y hasta agosto de 2021. Los requisitos para los patrones son no tener adeudos ante el IMSS, así como pagar el 10% del total de la cuota patronal y el 100% de la cuota obrera retenida, difiriendo el restante 90% de los seis meses mencionados, destacando que durante el periodo de prórroga no se pagan recargos, ya que se causa únicamente la actualización y gastos de financiamiento en términos de dicha ley. Esto permitiría a las empresas hacer frente a la difícil situación económica que enfrentan durante este y el próximo año, logrando salvar los empleos que México necesita.

Por ello, el H. Consejo Técnico del IMSS tiene en sus manos una oportunidad histórica, siendo los Consejeros Patronales y Obreros quienes pueden ayudar a salvar las fuentes de empleo de sus agremiados, a fin de que estos últimos no pasen a formar parte de los mas “necesitados” a expensas de programas de bienestar, sin acceso a una seguridad social digna, perdiendo toda posibilidad de una mejor pensión e incluso créditos de vivienda.

Termino mi reflexión recordando dos elementos del estado, gobierno y pueblo, debiendo cuestionar hasta donde esa separación bajo cualquier modelo político, puede subsistir a las demandas actuales de una sociedad moderna, en donde ser consejero de un Instituto de Seguridad Social te hace gobierno, pero como persona y representante de empresarios o trabajadores, eres pueblo.

Publicado en Excélsior

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