«Nueva normalidad» se aprobó con estimaciones equivocadas

Alejandro Domínguez

Establecer el sistema del semáforo de riesgo epidemiológico, que marcó el inicio de la llamada Nueva Normalidad el 1 de junio, fue aprobado con base en estimaciones equivocadas sobre la evolución de la pandemia y sin que se incluyeran las obligaciones para la ciudadanía con cada color del semáforo.

La tarde del 12 de mayo, el Consejo de Salubridad General se reunió para determinar la aprobación del modelo con el que se reactivarían la economía y las actividades ciudadanas, tras la Jornada Nacional de Sana Distancia.

En la minuta de la reunión, la cual MILENIO obtuvo a través del Sistema Nacional de Transparencia, se evidencia que al presentar el modelo para la Nueva Normalidad, la secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, mostró una gráfica con una perspectiva de contagios demasiado optimista.

La gráfica titulada «Sistema para el reinicio de actividades» muestra cómo se instauraron las fases de la epidemia conforme avanzaba el número de casos de covid-19 en México, con base en un supuesto pico de contagios a mediados de mayo, y un supuesto descenso de contagios a finales de ese mes, cuando iniciaría la apertura de los «municipios de la esperanza».

Para la entrada en vigor del sistema de semáforo por regiones se perfilaba una supuesta estabilización a la baja en los contagios a partir del 1 de junio y una meseta continua, con un menor número de casos a los de la etapa más álgida de la epidemia de julio en adelante.

Sin embargo, el pronóstico fue rebasado por la realidad, pues de acuerdo con la información de la Secretaría de Salud federal, el número de casos acumulados a partir de mayo no se estabilizó, al contrario, continuó con una tendencia al alza.

En la reunión del Consejo de Salubridad General del 12 de mayo participaron secretarios de estado como el de Hacienda, Arturo Herrera; de Educación Pública, Esteban Moctezuma; Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú; Gobernación, Olga Sánchez Cordero; Seguridad Ciudadana, Alfonso Durazo; del Trabajo, Luisa María Alcalde; y el canciller Marcelo Ebrard, quien en reiteradas ocasiones pidió incluir en el acuerdo las reglas para la ciudadanía dependiendo cada color del semáforo epidemiológico.

De acuerdo con el minuta, Ebrard «preguntó cuál era la razón para no incluir en el acuerdo correspondiente, que es el cuatro, la naturaleza o características de semáforo para que a todo mundo le quede claro».

«Aclaró que él se refería a la descripción del semáforo, que tendría más fuerza jurídica si se aprobaba por el Consejo, en aras de la claridad y la fuerza de la disposición».

E insistió en que «no se refería tanto al método (…) sino a las obligaciones para toda la sociedad respecto de cada color».

Después de tres intentos, la respuesta que obtuvo del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell fue que «los protocolos generales de prevención, descritos para el espacio público, cerrado, espacio público abierto y espacio laboral» se publicarían en un documento adicional llamado «Lineamiento para la Seguridad Sanitaria en el Trabajo».

Tras discutir y analizar la información para el sistema de semáforo epidemiológico, se aprobó su implementación a partir del 1 de junio, fijando así el inicio de la llamada Nueva Normalidad, periodo que ha sido el de más contagios y muertes en lo que va de la pandemia en México, y sin que hasta la fecha la ciudadanía en general tenga claro qué obligaciones y cuidados debe tener en cada color del semáforo.

Publicado en Milenio

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