José Antonio Román
Por los efectos nocivos de la pandemia de Covid-19, es “altamente probable” se incremente el número de suicidios, que actualmente es de 800 mil casos a nivel global cada año, estimó Karla Valdés García, directora de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAC), quien dijo que ésta es ya la segunda causa de muerte en los adolescentes, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud.
Al participar en un ciclo de conferencias organizado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la especialista indicó que actualmente en México se tiene una tasa aproximada de 9.3 muertes de este tipo por cada cien mil habitantes, donde los casos de varones prevalecen de manera notoria. Citó que para los hombres de 20 a 24 años de edad, la tasa es 15.1, en tanto que en las mujeres se ubica en 4.0, en edades de 15 a 19 años.
Karla Valdés García, también investigadora e integrante del cuerpo académico de Procesos Psicosociales y Salud de la propia facultad, señaló que la mayor tasa de suicidios en el país se presenta en el estado de Chihuahua con 10.7 por cada 100 mil habitantes, seguido por Aguascalientes con 10.1 y Sonora con 9.1. En el lado opuesto se encuentran Guerrero con 1.9, Veracruz con 2.6, y Oaxaca con un porcentaje de 3.1.
Dijo que en México la incidencia de esta problemática tuvo un crecimiento rápido entre 1990 y 2000 experimentando una estabilidad relativa hasta 2008, cuando se incrementó a causa de la crisis económica.
En la conferencia virtual Comprensión, medición y prevención del suicidio, organizado por la unidad Iztapalapa de la UAM, la especialista explicó varias teorías para entender el comportamiento que lleva al ser humano a tomar una decisión de esta naturales.
Dijo que en la teoría volitiva-motivacional contempla varias fases, que van desde la existencia de factores ambientales y biológicos en los que están presentes sucesos de la vida, que pasan por la idea y formación de la intención suicida por sentirse derrotado y, finalmente, se quitan la vida.
También citó, la teoría interpersonal del comportamiento de este tipo, propuesta por el doctor Thomas Joiner, quien destaca dos elementos esenciales: la falta de pertenencia a grupos sociales, núcleo familiar y laboral, y la percepción de ser una carga para los parientes. Elementos que bastan para tener intenciones de quitarse la vida, pero hace falta tener la capacidad para cometerla, aunque cuando se combinan los tres aspectos se intenta o perpetra el acto, dijo.
Publicado en La Jornada
