82% de recursos para mujeres se van a programas prioritarios del presidente

Simetría, A. C.

El dinero del que dispone un gobierno sirve como vehículo para cumplir un plan de nación, por lo tanto, es un espejo de sus prioridades.

El compromiso del gobierno mexicano con incrementar las oportunidades de las mujeres, niñas y jóvenes, se refleja específicamente en el Anexo 13 del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF).

Sí, existe una bolsa de recursos pensada para resolver los problemas relacionados con la desigualdad de género: el Anexo 13 de Erogaciones para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, o al menos eso dice el artículo 28 de la Ley Federal de Presupuestos y Responsabilidad Hacendaria1, que señala que el PEF se presentará y aprobará, cuando menos, conforme a una serie de clasificaciones, entre las que se incluye el criterio de género.

Fue apenas en 2008 que el gobierno decidió incorporar la perspectiva de género en el presupuesto público cuando reconoció que no existen presupuestos neutrales en materia de género y que si no se contemplaban recursos específicos, se podían agravar las desigualdades existentes2. Pero todo se quedó en una buena intención.

Desde entonces y al día de hoy, el presupuesto del Anexo 13 se asigna de manera inercial. En 2017, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) identificó que sólo 15 de los 110 programas presupuestarios se vinculan directamente con la atención del problema de desigualdad entre hombres y mujeres.

El documento detalla que ni el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), ni la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), o las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal se coordinan para definir los criterios que indiquen cuántos y cuáles programas se deben de incorporar en el Anexo.

No hay disminución del presupuesto, nunca se había protegido tanto a las mujeres de México como ahora“, dijo el presidente López Obrador… pero en los hechos…

Este 2020 es el tercer año consecutivo que el presupuesto del Anexo 13 tiene incrementos importantes. Tan sólo de 2019 a 2020 el presupuesto aumentó 56%.

Lo anterior podría corroborar lo dicho por el presidente en una de sus mañaneras, pero hay un detalle: este incremento se debe a la asignación del presupuesto en el Anexo para nueve de sus programas prioritarios, que poca relación tienen con la igualdad entre hombres y mujeres y que representan 82% del presupuesto total.

Además, se identificaron 66 programas que sin objetivos claros dicen fomentar la igualdad de género y su presupuesto representa 12% del total.

Son sólo 11 programas los que se vinculan directamente a través de sus objetivos con la igualdad de género. Su presupuesto equivale a 6% del asignado para este año.

Si se excluyen del presupuesto los programas prioritarios, vemos que el presupuesto asignado sería incluso menor al del año de 2013.

Tienen 11% menos programas para igualdad de género

Con el Informe Trimestral de Finanzas Públicas de la SHCP analizamos los cambios en el presupuesto anual del Anexo 13. Encontramos que se autorizó un recorte de 2%, que son alrededor de 2 mil 164 millones de pesos en el presupuesto total.

Pero el tijeretazo está dirigido a programas con objetivos vinculados a la igualdad de género. En estos programas el recorte equivale a 11%, que son alrededor de mil 446 millones de pesos.

En menor medida se afecta el presupuesto de los programas prioritarios con un 2% que son 2 mil 164 millones de pesos y el de otros programas con 0.2%, que son 21millones de pesos.

Hasta el primer semestre del año, se tenía aprobado un gasto de 65 mil 139.7 millones de pesos en el Anexo 13. Pero ejercieron sólo 49 mil 857.4 millones (48%) de enero a junio de 2020. Es decir, hay un recorte de 23%. Gastar menos de lo programado no es ahorro. Si las metas se sacrificaron por tener un remanente, se trata de un recorte.

or otro lado, los programas prioritarios no ejercieron 25% de su presupuesto, le siguen los programas con objetivos relaciona dos a la igualdad al no ejercer 24% y los otros programas con un recorte de 9%.

¿Y las medidas de austeridad afectarán programas de violencia de género?

En algunos programa del Anexo 13 se identificó que sí se aplicó un recorte en los capítulos de materiales y suministros y servicios generales.

Del programa de Atención a Víctimas no se identificó específicamente el presupuesto asignado en el Anexo 13. Pero del presupuesto total por capítulo de gasto se observa que los capítulos tienen un recorte en su presupuesto.

En el programa de Fortalecimiento de la Igualdad Sustantiva entre Hombres y Mujeres también se observa ya un recorte en estos capítulos. Es importante mencionar que antes del recorte, lo asignado a estos capítulos representaba 52% del presupuesto del programa, con recorte equivalen sólo a 28%.

En el Programa de igualdad entre mujeres y hombres de la SEDENA el recorte sólo se realizó en el capítulo de materiales y suministros, el cual redujo su presupuesto en 52%. El presupuesto de servicios generales permanece sin cambios.

El programa para Promover la atención y prevención de la violencia contra las mujeres el presupuesto en materiales y suministros se redujo en 100% mientras que el de servicios generales el recorte fue de 90%.

Se identificó también que hay programas en los que el presupuesto en estos capítulos incremento. En el programa de Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras se asignó un presupuesto de 2.5 millones de pesos al capítulo de servicios generales, el presupuesto aprobado era cero. En el programa de Salud materna, sexual y reproductiva también aumentó el presupuesto en materiales y suministros y servicios generales, 4 y 1%, respectivamente. Pero se realizaron recortes en los capítulos de servicios personales (-32%) y en transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas (-4%).

La ruta es clara: parte de los esfuerzos tienen que estar dedicados a establecer criterios claros y medibles en los programas que conforman el Anexo 13, y evitar más recortes. En un contexto de austeridad y epidemia, el reto no es menor. Pero hoy, más que nunca, se requieren políticas públicas con acciones concretas y medibles enfocadas a incrementar las oportunidades de las mujeres, niñas y jóvenes mexicanas.

Publicado en Animal Político

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