Retorno: Ruelas insulta al Presidente Obrador

María Margarita Free del Castillo 

Porque según él, “el NOROESTE está muy quemado”, el gobernador del PRI, Quirino Ordaz Coppel, pidió de “favor” que habilitaran como “columnista estrella” en otro medio de comunicación a la sexagenaria Ana Luz Ruelas Mojardín y que la disfrazaran de “académica” e “investigadora” para “pegarle” al proyecto de la Cuarta Transformación encarnado en este proceso electoral en la alianza Morena-PAS. 

Ana Luz Ruelas llena el perfil para desacreditar, desacreditar y desacreditar, pues trae una carga de amargura que le salta por los poros de su piel. Es tanto el odio que insulta al presidente Andrés Manuel López Obrador. 

En el 2010, Ana Luz y su esposo Guillermo Ibarra Escobar apoyaron la alianza PAN-PRD-Convergencia con Mario López Valdez a la cabezaEn el 2016, se arrimaron al PRI-PVEM-Panal para respaldar a Quirino Ordaz Coppel al gobierno de Sinaloa. El plan: que ya en el gobierno, Mario o Quirino, los “auxiliaran”, con todo el Poder, para que su cónyuge o ella pudieran llegar a convertirse en Rector o Rectora de la Universidad Autónoma de Sinaloa. 

Para intentar consolidar el Proyecto Ibarra-Ruelas se requería tomar por asalto a la UAS reformando su Ley Orgánica, aunque esto significara regresar al pasado y quitar, sepultar, el nuevo modelo académico-educativo que ha logrado catapultar a la Casa Rosalina a nivel nacional e internacional en las áreas del conocimiento.  

Ahora,  Ana Luz Ruelas, en condición de jubilada o “foránea”, insulta al presidente Andrés Manuel López Obrador (que “hace demagogia”, dice) y exige regresar a la vieja ley, aquella que sostenía la universidad popular o populachera, que “facultaba” a los alumnos a que agredieran verbalmente o a golpes a los maestros, que permitía crear “fumaderos” de mariguana en las aulas y pasillos de la institución, que consentía emborrachar alumnos para conseguir simpatías y que mantenía a la Casa Rosalina en un cíclico proceso de elecciones internas permanentes que conducían al desorden. 

En junio del 2017, Guillermo Ibarra, esposo de Ana Luz Ruelas, fue sorprendido emborrachado a varios de sus alumnos azuzándolos para que reventaran una reunión del Consejo Universitario

No al “populismo” en la UAS: Rocha 

En diciembre del 2019 cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo ya en sus manos el diagnóstico real de la UAS y sus resultados, que supo de su estabilidad y de su excelencia académica, Rubén Rocha Moya, a la sazón presidente de la Comisión del Senado de la República, dijo con contundencia:  

“No podemos volver a meternos con el tema del voto unitario, lo digo claramente. No comparto la idea del populismo en la elección de las autoridades universitarias”. 

Rocha dictó una conferencia en la Torre Académica de la UAS titulada “La Reforma Educativa y la Ley de Educación Superior”, y ahí definió su posición en torno a las iniciativas de reformas a la Ley Orgánica de la UAS apoyadas por grupos de jubilados que pretenden, desde afuera de la institución, dictar órdenes al Rector y marcarle la agenda universitaria.   

“No puedes partir de una sola iniciativa cuando, a las vistas, tiene conflictos de confrontación. Hay que recibir la opinión de la UAS. No puede hacerse aislado, hay que poner los piecitos en la tierra. No podemos ir contra una institución por motivaciones de tipo político. Sí, veo, que hay motivaciones (políticas)”, sostuvo el Senador (actualmente con licencia). 

“Al tratarse de una institución autónoma, se debe de recoger la opinión institucional y no de grupos. Es una forma de preservar los criterios de autonomía, en el que, sí se tienen que hacer las iniciativas, pero estas tienen que ser acumuladas para dar tratamiento”, puntualizó. 

Rocha Moya explicó que en la selección de rectores y directores de facultades debe ponderar el tema académico y «meterse al tema de volver al voto unitario en una forma populista en el nombramiento de las autoridades”. 

Explicó que en 1993 él promovió la reforma para que los alumnos universitarios ya no eligieran a sus autoridades a través del voto directo- “Ahí está el origen. Desde el 93 dije: sí, hay que consultar a los estudiantes cada vez que se va a elegir alguna autoridad (pero) no podemos volver a meternos con el tema del voto unitario; lo digo claramente. No comparto la idea del populismo en la elección de las autoridades universitarias”, subrayó. 

La nueva Ley de Educación Superior  

El gobierno de la Cuarta Transformación cerró las puertas de las Universidades Públicas a toda clase de intromisión externa en sus funciones, en su conducción académica y administrativa. El presidente Andrés Manuel López Obrador con el apoyo del Poder Legislativo, Rectores, académicos e intelectuales y la ANUIES, construyó la Ley General de Educación Superior, cuyo contenido para en seco a los agitadores externos que intentan domeñar a las instituciones públicas de educación superior.  

La nueva ley pondera la autonomía de las universidades, así como su régimen jurídico, autogobierno, libertad de cátedra e investigación, estructura administrativa, patrimonio, características y modelos educativos y precisa que los procesos legislativos relacionados con las leyes orgánicas de las universidades e instituciones de educación pública superior en todo momento respetarán de manera irrestricta las garantías de dichas instituciones, por lo que no podrán menoscabar su facultad y responsabilidad para gobernarse por sí mismas.  

“Cualquier iniciativa o reforma deberá contar con los resultados de una consulta previa, libre e informada de los órganos de gobierno competentes de la universidad o institución de educación superior a la que la ley otorga autonomía y deberá contar con una respuesta explícita de su máximo órgano de gobierno colegiado”, dice la Ley de Educación Superior construida por el régimen de la Cuarta Transformación.  

La autonomía universitaria contra quedó fortalecida en el contenido de la nueva Ley General de Educación Superior

López Obrador rescató a las Universidades 

Anclada en el pasado, en la UAS de hace 20 o 30 años, Ana Luz Ruelas añora el “retorno” y a la vez que califica de demagogo al presidente Andrés Manuel López Obrador y le exige que «salve» a la Universidad cuando ya la salvó: la protegió de los grupúsculos que años con años, desde afuera de la institución, intentan vulnerar su autonomía y dictar la agenda de los Rectores intentando doblegarlos con campañas mediáticas. 

Obedeciendo órdenes del gobernador Quirino Ordaz Coppel, insulta al presidente López Obrador y describe, lo que para ella es el “ divisionismo y anarquía interna de Morena, (al que se) suman –según dice- pésimos desempeños de muchos de sus presidentes municipales, diputados locales y federales, conflictos en selección de candidatos y descrédito de su abanderado a la gubernatura Rubén Rocha”, cuando el mayor divisionismo y descrédito se anida en la alianza PRI-PAN-PRD, que acuerpa a gobiernos de asesinos y corruptos: El PRI-Salinas mató a Luis Donaldo Colosio Murrieta (PRI) y a Manuel Clouthier del Rincón (PAN). 

El PRI se alió con el PAN, origen y cuna de Felipe Calderón, quien es considerado el mayor asesino que haya visto México en décadas, porque los miles de muertos producto de su falsa “guerra contra el narcotráfico” se multiplicaron a lo largo de dos sexenios. Calderón ejecutó, desde la cabeza, uno de los mayores genocidios contra la población civil mexicana al poner al servicio del crimen organizado la seguridad pública federal, lo cual arrojó además de un baño de sangre, la destrucción del tejido social y la descomposición de la estructura del gobierno. 

Ruelas Mojardín elabora sus propias encuestas a favor de Mario Zamora del PRI-PAN-PRD exhibiéndose públicamente por falsear el resultado de sondeos electorales profesionales y altamente confiables.  

Calumnia al presidente Andrés Manuel López Obrador al señalar que “hace demagogia” cuando habla de universidades y de que no cumple con su palabra y difama al subsecretario de Educación Superior Luciano Concheiro porque no se ajusta a la consigna de acabar con la “mafia uaseña”, cuando la realidad es que esa “mafia” quedó afuera e integró el “cartel de Jubilados” desde donde intentan sembrar la anarquía desde el exterior al interior de la UAS. Ruelas se integró precisamente a esa mafia. 

Ana Luz Ruelas que no representa la voz de la UAS, que no representa a nadie en la institución, añora “el retorno” y reclama a Andrés Manuel López Obrador «¡que reforme la Ley Orgánica” de la Universidad para regresarla al pasado, a las elecciones universitarias donde se privilegiaba la cerveza y el vino, la carne asada, el desmadre, el jolgorio y la antiacademia. En su insolencia, tácitamente, exige ¡al Presidente de la República que atente contra la autonomía de la Universidad y que eche a la basura la nueva Ley General de Universidades Públicas! 

La ojeriza y la venganza mediática 

La ojeriza es mala consejera. El odio de Ana Luz Ruelas contra la UAS data del 2005 cuando su esposo, Guillermo – el Gile- Ibarra Escobar, fue derrotado en el proceso para elegir al sucesor del Rector Gomer Monárrez González. Lo aplastó Héctor Melesio Cuén Ojeda en una elección interna.    

El aborrecimiento creció cuando el Consejo Universitario de la UAS impidió que él y su esposo, Guillermo Ibarra, crearan un “feudo familiar” en la Facultad de Estudios Internacionales y Políticas Públicas. Guillermito, su cónyuge, fue director de esa institución e intentó heredarle “el poder” a ella, la “intelectual”. El Consejo rechazó la propuesta y desde ahí Ruelas empezó a «satanizar» a la Universidad.   

Ana Luz se quedó pegada al pasado; atada al “tiempo viejo” descarga una venganza mediática apoyada por el gobernador Quirino Ordaz Coppel enemigo de la UAS y de la Cuarta Transformación y principal opositor en Sinaloa al proyecto de gobierno de López Obrador.                                         

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