Dan marcha atrás, sólo 5.7% de las empresas hará permanente el home office: Inegi

Gerardo Hernández

A medida que la economía se reactiva y los negocios se recuperan, el teletrabajo disminuye como alternativa laboral. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en los últimos meses se redujo la proporción de empresas que apostará por el home office como alternativa permanente.

Del universo de un millón 873,564 de negocios en el país, sólo 5.7% mantendrá esta modalidad como alternativa para sus colaboradores, según la Encuesta sobre el impacto generado por la covid-19 en las empresas (ECOVID-IE). Esto representa una disminución de 1.9 puntos en comparación con la medición de agosto pasado, cuando el 7.6% de las empresas indicó que adoptaría el home office permanente.

Para Siegfred Seedorf, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad LaSalle, esta disminución está ligada a la reactivación económica, el avance del plan de vacunación y una tendencia hacia los modelos de trabajo híbridos.

“Cuando estaba la pandemia al 100% todas las empresas que pudieron migraron al home office. Conforme más personas se vacunen y la economía repunte, se retornará a ciertas actividades presenciales, sin abandonar el teletrabajo, éste seguirá en una menor proporción, pero mayor a la que se tenía antes de la emergencia sanitaria”, apuntó el especialista.

Las pequeñas y medianas empresas (pymes) y los micronegocios son la que menos optarán por esta modalidad de trabajo, con una proporción de 10.8 y 5.1%, respectivamente, y lo que representa una reducción aproximada de dos puntos respecto de lo reportado en la edición anterior de la ECOVID-IE.

En tanto, el home office continúa como alternativa sólida entre las grandes empresas, donde un tercio de las compañías (30.4%) mantendrá esta opción laboral, aunque con una disminución de 3.5 puntos en la proporción reportada para agosto pasado.

Otra alternativa que se intensificó en el año de la emergencia sanitaria por la covid-19 y que mantendrán en menor medida las empresas será la de los turnos escalonados, como una medida para controlar el número de personal presente en los centros de trabajo.

Los datos presentados por el Inegi reflejan que el 9.5% de las compañías mantendrá este esquema, aunque dicha cifra es casi la mitad de lo reportado el año pasado, cuando 17.5% de las organizaciones lo evaluaba como medida de trabajo permanente.

Hacia alternativas de trabajo híbridas

Y si bien el home office no se quedará como alternativa permanente para la gran mayoría de las y los mexicanos, el experimento masivo de teletrabajo que se gestó debido a la pandemia permitirá que se consoliden esquemas laborales híbridos.

De acuerdo con la encuesta El surgimiento del lugar de trabajo híbrido, elaborado por Cisco, el escenario poscovid es la puerta de entrada a un mercado laboral con un uso más intenso de modelos que combinen trabajo presencial con remoto, los cuales podrían tener cabida en seis de cada 10 empresas.

“Esta investigación muestra que a medida que la pandemia disminuya, los empleados continuarán trabajando cada vez más desde casa, con un 58% indicando que trabajarán desde casa ocho días o más cada mes. Un análisis adicional revela que este cambio es similar para todos los niveles de antigüedad, desde los trabajadores de primera línea hasta ejecutivos”, se destaca en la encuesta.

Entre las tendencias que más preocupan a la alta dirección en la actualidad se encuentran la expectativa del talento de una experiencia de trabajo más digital y flexible; los nuevos puestos de trabajo que se crearán con automatización e inteligencia artificial; el interés por trabajar tiempo parcial, de manera independiente o en varios proyectos, y la escasez de habilidades, expone Rogelio Salcedo, socio director de la consultora Olivia en México.

“Trabajar uno o dos días desde casa era una estimación para los años 2025 o 2027, con la pandemia hemos tenido que hacer en 6 meses lo que iba a tardar cinco años”, comenta Carlos Clúa de la Torre, docente de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle.

Esta migración anticipada a los modelos híbridos se refleja en los resultados de la encuesta. Antes de la crisis, sólo 8% de los empleados podía trabajar desde casa entre 8 a 15 días por mes, esa cifra se elevará a 22% en el escenario poscovid. En tanto, la proporción de personas que teletrabaja más de 15 días por mes pasará de 13 a 24 por ciento.

El especialista de la Universidad La Salle asegura que no hay un parámetro para saber cómo deben distribuirse los días, pero lo más común es que se otorgue uno o dos días por semana para laborar desde casa. Desde su óptica, esta práctica será cada vez más recurrente.

Flexibilidad, no todo es teletrabajo

¿Se puede flexibilizar un puesto con actividades que no pueden hacerse desde casa? La respuesta es sí. De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la posibilidad de adaptar y reorganizar la jornada laboral en esquemas diferentes a las tradicionales ocho horas es una opción viable.

Verónica Alaimo, especialista senior, y María Noel Chaves, consultora externa, ambas de la División de Mercados Laborales del BID, exponen que los acuerdos de trabajo flexible, es decir, convenios entre empresas y trabajadores que permiten “mayor margen de maniobra” para establecer los días y horarios de trabajo, son una alternativa para flexibilizar los puestos con actividades que no pueden migrar al home office.

Algunas opciones de trabajo flexible adaptables para cualquier tipo de organización son:

  • Bancos de horas: Un acumulado de tiempo extra trabajado (sin exceder el límite legal) que pueden usar los colaboradores como tiempo libre.
  • Semanas comprimidas: Modalidad que permite trabajar las mismas horas semanales, pero en menos días.
  • Trabajo compartido: Esquema que distribuye un trabajo de tiempo completo entre dos personas.
  • Horarios flexibles: Opción que le permite a los trabajadores elegir su horario de inicio y finalización de su jornada dentro de parámetros determinados por la empresa.

Estas alternativas demuestran que si bien el teletrabajo es una modalidad que no es para todos, no significa que la flexibilidad no pueda abarcar a toda la fuerza laboral, sin importar si sus tareas deben realizarse forzosamente en un centro de trabajo.

Publicado en El Economista

Otras notas que pueden interesarte