La educación es parte fundamental de la igualdad de género

Graciela Rojas*

La pandemia nos hizo poner atención en lo importante, es un momento clave para la humanidad y requerimos del espíritu innovador de niñas, niños y jóvenes para reinventarnos y encontrar nuevos caminos. Después de esta crisis sanitaria será difícil pensar en un mundo sin competencias en STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas por sus siglas en inglés) como son el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la alfabetización digital y más.

En un momento tan decisivo como el regreso a clases debemos replantear la educación en México: ¿Qué necesitamos? y ¿Cómo lo haremos? Para mí está claro que cualquier propuesta a este respecto tiene que incluir perspectiva de género y buscar alcanzar la igualdad sustantiva, es decir, que mujeres y hombres podamos ejercer de forma efectiva nuestros derechos y ciudadanía plena.

Las mujeres seguimos en una situación de rezago y la educación tiene mucho que aportar para cerrar brechas. Tenemos que incidir en las niñas en edades tempranas, haciéndoles ver que ellas pueden cambiar al mundo. Existe evidencia de que a los 3 años las niñas ya interiorizamos que los hombres son superiores, a los 6 empezamos a vernos a nosotras mismas como menos talentosas y a los 10 nos sentimos inseguras de compartir su opinión.

¿Cómo podemos cambiar esto?

Con un modelo educativo comprometido con la igualdad de género. La educación no sólo les abrirá posibilidades en el mundo laboral, sino que evitará otras desigualdades, se ha demostrado que las niñas escolarizadas tienen menos probabilidades de contraer matrimonios precoces que aquellas que no tienen acceso a oportunidades educativas, asimismo, se pueden evitar embarazos en adolescentes y disminuir el trabajo infantil.

Tenemos que brindar acompañamiento personalizado para niñas, adolescentes y jóvenes a fin de fortalecer sus habilidades socioemocionales mediante: foros, grupos y espacios de formación, crear programas vivenciales, mentorías, talleres y capacitaciones que fomenten la Educación STEM, que desde su conceptualización tiene perspectiva de género, e incluso acercar a padres y madres de familia para que puedan eliminar estereotipos que afecten a sus hijas.

Los estereotipos de género en los medios de comunicación pueden influir en las percepciones de las niñas sobre sus aptitudes y aspiraciones profesionales. De acuerdo con la OECD, 35% de padres y madres de familia tiene la expectativa de que sus hijos desarrollen una carrera en STEM; únicamente 13% espera lo mismo de sus hijas.

Tenemos que hacer que las niñas sepan que el talento no tiene género. Es por esto, que invitamos a todas y todos a generar alianzas y comprometerse con la creación de un modelo educativo incluyente ¡sin dejar a nadie atrás!

*La autora es Fundadora y Presidenta de Movimiento STEAM.

Publicado en El Economista

Otras notas que pueden interesarte