COP26: Greta Thunberg califica compensaciones de carbono como ‘lavado verde’

Bloomberg / Jess Shankleman y John Ainge

Greta Thunberg y otros activistas se presentaron en un panel en la cumbre climática COP26 para crear conciencia sobre los peligros de depender de las compensaciones de carbono para reducir las emisiones.

Su presencia atrajo a una multitud de personas al espacio de reunión a pesar de las reglas de distanciamiento social. La ambientalista sueca se sentó al fondo de la sala, pero más temprano ese día, tuiteó que las compañías de combustibles fósiles y los bancos están tratando de “darles a los contaminadores un pase libre para seguir contaminando”.

El exgobernador del Banco de Inglaterra Mark Carney, que lidera un grupo de trabajo de cientos de grandes contaminadores y expertos en sostenibilidad para ampliar el mercado voluntario de compensación de carbono, llegó al evento después de Thunberg. El tuit llegó en un día en el que los jefes de finanzas reunieron billones de dólares para desplegarlos en la lucha contra la crisis climática.

Pero fuera de las salas de conferencias donde la élite financiera hablaba de sus planes, la frustración creció entre otros participantes de la COP26 que dijeron haber sido excluidos de las discusiones y criticaron los compromisos por considerarlos demasiado escasos y demasiado tarde.

Los activistas y miembros de organizaciones no gubernamentales, algunos de los cuales habían viajado miles de kilómetros por su propia cuenta hasta la cumbre, señalaron que fueron excluidos de la sala principal y que se les había pedido que llamaran desde sus habitaciones de hotel.

Si bien los organizadores del Reino Unido se comprometieron a hacer de la reunión en Escocia la más inclusiva hasta la fecha, un grupo de defensa conocido como COP Coalition la calificó como “la cumbre climática menos accesible de la historia”.

Los problemas de acceso amenazaron con eclipsar el tercer día de la cumbre de la ONU sobre el cambio climático en Glasgow, que se dedicó al papel de las finanzas para salvar el planeta. Carney lo inició anunciando que más de 130 billones de dólares en los balances bancarios estarían cubiertos por metas de cero neto.

Algunos no quedaron impresionados por las enormes sumas expuestas.

Sonam Phuntsho Wangdi, quien preside el llamado grupo de países menos desarrollados, dijo que el progreso fue “decepcionante y en cierto modo también aterrador”.

Subrayando la división en las percepciones de éxito, pidió que se pongan a disposición fondos adicionales para los países que sufren el cambio climático, haciéndose eco de la consternación expresada durante los últimos dos días por numerosos líderes de Estados más pequeños e insulares que ya padecen el impacto devastador del cambio climático como tormentas severas, inundaciones y sequías.

Los organizadores de las conferencias climáticas anuales de la ONU tradicionalmente permiten que las ONG y los activistas observen las negociaciones para que puedan monitorear el progreso de forma independiente. Sin embargo, aunque se habían acreditado “miles de observadores” de ONG ambientales, solo cuatro pudieron ingresar a la sala, dijo Sébastien Duyck, abogado principal del Programa de Clima y Energía con sede en Washington en el Centro para el Derecho Ambiental Internacional, y lo calificó como “no solo una decepción, sino en realidad como un ultraje”.

Fuera del lugar, delegados y observadores llegaron para toparse con largas filas que muchos esperaban que fueran más cortas tras la salida de los líderes y jefes de Estado. En cambio, la espera agravó la ira por el acceso limitado.

En un comunicado , los organizadores dijeron que la COP26 estaba experimentando “un nivel de asistencia muy alto” y que las restricciones pandémicas significaban que la entrada podría limitarse a aquellos que tenían que estar físicamente presentes.

Publicado en El Financiero

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