Desde pequeña, una de las tradiciones familiares que más me gusta es cuando en las fiestas de Año Nuevo llega la medianoche y todos tomamos nuestros platitos con 12 uvas y, mientras las comemos, empezamos a pedir nuestros deseos y decir los propósitos que tenemos para el año que inicia.
Al paso de los años hemos mantenido esta tradición, pero ¿porqué comemos uvas en Año Nuevo? ¿Por qué son 12 uvas? ¿Cuál es su origen? Estas interrogantes me brincaron hace unos días, justo previo al arranque de las fiestas decembrinas, por ello me puse a investigar al respecto y hoy te comparto lo que encontré.
¿Por qué comemos uvas en Año Nuevo?
Lo primero que debes saber es que esta tradición nació en España, a principios del siglo XX. Existen dos versiones fuertes en cuanto a su origen. La primera asegura que en Alicante en 1909 tuvieron una muy buena cosecha y se las ingenieron para vender los excedentes.
La segunda versión afirma que los burgueses madrileños imitaron a los franceses, quienes tomaban vino y uvas justo el último día de cada año y que posteriormente los visitantes del Puerto del Sol imitaron dicha costumbres de las clases privilegiadas y comían uvas al ritmo del toque de las campanas, en un tono de burla.
¿Por qué son 12 uvas? Cada uva simboliza un mes del año y cada una sirve para garantizar la suerte en todo el año que inicia. Pero la tradición marca que cada uva debe comerse a la par de las 12 campanadas del reloj.
Si bien la tradición de comer uvas en año nuevo nació en España, tanto México como otros países de América Latina la han adoptado y vuelto suya.
Ahora ya sabes por qué comemos uvas en Año Nuevo. A Mí Me Lo Dijo Lola y ¿a ti?
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