Los padres todo el tiempo están buscando la perfección a la hora de educar a sus hijos, pues son lo más importante que tienen en su vida.
Sin embargo, muchas veces los papás no están satisfechos con la educación que les están brindando a sus hijos, por algunos factores como la falta de tiempo o de comunicación.
El estrés de la vida cotidiana provoca que la mayoría de las veces los padres se desesperen rápido y es cuando pueden gritarles o hablarles feo a sus hijos.
Generalmente los padres recurren a los gritos porque no requiere un desgaste intelectual, consiguen su objetivo a corto plazo, generan miedo y solucionan de manera rápida y concisa el problema.
Pero esto no debe de suceder, es por eso que aquí te damos algunas claves para que puedas educar a tus hijos de manera respetuosa y sin gritos.
Consejos para educar a tus hijos sin gritos
- Cuando se trate de dar una orden, debes de mantener la calma para que tu hijo te pueda comprender.
- Aprende a ser empático, es decir, ponte en el lugar de tus hijos para que puedas reflexionar y comprender lo que ellos te están diciendo.
- Habla de manera positiva, cambia el contexto de tus palabras, para que de manera tranquila las dos partes puedan llegar a un acuerdo.
- No utilices el típico “aquí mando yo”, intenta explicarles a tus hijos el motivo del regaño y por qué no lo tienen que volver a repetir.
- No le hagas a tus hijos lo que no te gustaría que te hicieran a ti, tú eres el ejemplo de ellos, por lo que van a replicar tanto las cosas buenas como malas que les enseñes.
- Si tus hijos te piden un espacio para platicar, escúchalos, de manera que ellos se sientan tranquilos y puedan tenerte la confianza para explicarte porque se están comportando así.
- Cuando sientas mucha furia, respira profundo, para que puedas dialogar tranquilamente con tus hijos, con un tono de voz moderado y mirándose a los ojos.
- Por mucho enojo que sientas, debes de promover el respeto en todo momento para así evitar los berrinches o los chantajes.
- Los papás también deben aprender a pedir perdón, si le gritaste a tu hijo y empeoraste la situación, tienes que disculparte y explicar lo sucedido para que no vuelva a pasar.
- Un fuerte abrazo siempre solucionará todo, después de explicarles a tus hijos porque los estás regañando, termina la conversación con un gesto cariñoso.
Recuerda que los papás no son perfectos y que muchas veces cometen errores a la hora de educar a sus hijos, lo importante es reconocerlos para que no se vuelvan a repetir.
Cada día es una buena oportunidad para trabajar y ser tanto mejor persona como padre.
Publicado en Me los dijo Lola
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