Diana Jaramillo
El conflicto entre los padres es inevitable, lo malo que cuando estas peleas ya afectan a los hijos y esto es más común de lo que crees.
Mark Cummings, psicólogo de la Universidad de Notre Dame, hizo una investigación acerca de las peleas que tienen los padres y como es que los hijos salen afectados mientras ven como discuten y se critican.
De acuerdo con el especialista los niños prestan mucha atención a las emociones de sus padres para saber que tan seguros están viviendo en familia.
Los niños pueden sentir todo ese estrés familiar desde que tienen seis meses de edad, por lo que si los padres son destructivos es un daño que puede durar para toda la vida.
“El conflicto es una parte normal de la experiencia cotidiana, por lo que lo importante no es si los padres pelean, es cómo se expresan y resuelven el conflicto, y especialmente cómo hace sentir a los niños, lo que tiene consecuencias importantes para ellos”, dictó el especialista.
Los tipos de conflicto entre los padres
Los tipos de tácticas destructivas que los padres usan entre sí para dañar a los niños son:
- Agresiones verbales como insultos y amenazas de abandono
- Agresión física como golpear y empujar
- Tácticas silenciosas como evasión, marcharse o retirarse del lugar
- Ceder puede parecer una solución, pero no es una solución real.
Este tipo de estrategias de los padres a la hora de pelear puede desencadenar estos sentimientos en los niños:
- Angustia
- Ansiedad
- Tristeza
- Enojo
- Inseguridad
- Conducta de agresividad
- Problemas de adaptación
- Trastornos de sueño
- Problemas de salud como dolores de cabeza o estómago
- Falta de atención en sus actividades escolares
- Problemas para relacionarse sanamente con los demás
- Si hay hermanos, su relación se puede ver afectada, ya que se pueden volver demasiado distantes.
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¿La solución para que los padres dejen de pelar?
Es claro que las discusiones entre los padres siempre van a estar latentes, sin embargo, la solución es que los papás aborden sus problemas de manera pacífica.
Si hablan tranquilamente incluso enfrente de los hijos puede ser una gran solución.
“Cuando los niños son testigos de una pelea y ven que los padres la resuelven, en realidad están más felices de lo que estaban antes de verla”, aseguró que el especialista.
De acuerdo con experto, el conflicto constructivo se asocia con mejores resultados a lo largo del tiempo.
Los niños se sienten más seguros emocionalmente y empiezan a tener un crecimiento interno positivo.
Por lo que el gran trabajo de los padres es hacerles ver a sus hijos que cualquier tipo de problema se puede resolver con una buena comunicación y siendo empáticos.
Publicado en Me los dijo Lola
