Belén Saldívar
Pese a que la inflación al cierre del año pasado cerró en un nivel menor al esperado, aún no se puede cantar victoria sobre las presiones inflacionarias, indicó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Mario Correa Martínez, presidente del Comité Nacional del IMEF, dijo que aunque la inflación general se ubicó en un nivel menor a lo esperado, la subyacente continúa presionándose.
«La subyacente sigue en niveles muy elevados. Y nos falta por ver los primeros dos meses del año para poder ver si ya estamos en una tendencia de baja de inflación al ritmo suficiente o todavía nos va a dar guerra», dijo en conferencia de prensa.
De acuerdo con las proyecciones del IMEF, este año la inflación se desaceleraría pero continuaría fuera del rango objetivo del Banco de México (Banxico), con una tasa de 5.1 por ciento.
En diciembre, la inflación a los consumidores se ubicó en un nivel de 7.82 por ciento. Si bien el mercado esperaba el repunte de los precios al cierre del año, el dato reportado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) fue menor al esperado. De acuerdo con un sondeo de Reuters, los analistas esperaban una inflación se 7.85 por ciento.
En tanto, el índice subyacente — que elimina de su cálculo los bienes y servicios con precios más volátiles y es referente para la toma de decisiones del Banxico — se desaceleró por primera vez desde noviembre del 2020, al pasar se 8.51 a 8.35% al cierre del año.
«La inflación general cerró el 2022 en 7.82%, un poco por debajo de lo previsto, pero la inflación subyacente de diciembre quedó un poco por arriba de lo anticipado y cerró el año en 8.35%, sin lograr dibujar todavía una clara tendencia descendente; lo que deja la dinámica de los precios todavía lejos del comportamiento deseado», dijo por su parte José Domingo Figueroa, presidente del IMEF.
Para este 2023 el IMEF prevé un crecimiento de 1.2%, con una tasa por parte de Banxico en 10.25 por ciento.
