Fentanilo es el analgésico de menor costo, prohibir su uso médico puede afectar atención de pacientes: especialistas

Mariano Mangas

El fentanilo legal no es el problema. No se ha identificado una situación grave de robo o fugas de fentanilo para uso médico y prohibirlo, como propone el presidente López Obrador, sólo afectará la atención de pacientes y no resolvería el tema del tráfico ilegal de las pastillas con este opioide.

Así lo señalaron especialistas consultados, quienes destacaron que la Cofepris se encarga de regular los permisos para su importación y hospitales llevan un control de las dosis.

“Lo que debemos tener absolutamente claro es que el fentanilo de uso médico es completamente diferente al fentanilo ilegal”, comentó el doctor Enrique Hernández, presidente de la Federación Mexicana de Colegios de Anestesiología. De prohibirse, tendría que ser sustituido por otro opioide, como la morfina, y tendrían que aplicarse más dosis para igualar su efectividad.

El fentanilo farmacéutico es recetado por los médicos para aplicar anestesia en operaciones y tratar el dolor intenso, especialmente después de una operación y en las etapas avanzadas del cáncer.

“El fentanilo ilegal es una combinación de muchas drogas totalmente nocivas para el ser humano, a diferencia del que utilizamos que es un medicamento puro que lo utiliza un profesional de la salud, y se utiliza perfectamente dosificado, de tal forma que no tiene los efectos drásticos secundarios del fentanilo ilegal”, agregó el doctor Enrique Hernández.

¿Es viable dejar de utilizar el fentanilo?

Al ser un opioide sintético, el fentanilo farmacéutico es una alternativa muy fácil de fabricar y distribuir; entre las ventajas que tiene es su efecto rápido y potente, que el cuerpo procesa con rapidez, indicaron especialistas.

“Es posible sustituirlo siempre y cuando sea por otro opioide, el otro opioide por el que se podría sustituir es la morfina”, comentó el doctor Guillermo Domínguez Cherit. “Hay otros derivados del fentanilo que son más potentes pero su costo es mayor”.

Además de la morfina, otras alternativas son el sufentanilo, el alfentanilo y el remifentanilo, entre otros, pero también son más caros de producir.

“En el mercado hay tres subgrupos de fentanilos, pero no los hay en todos los lugares y ese es un problema en el que los anestesiólogos hemos venido navegando desde hace mucho tiempo, pero el más común y el que más se usa en todo México y en todo el mundo es el fentanilo”, comentó el doctor Enrique Hernández.

Por ejemplo, mientras una caja de ampolletas de fentanilo ronda los 100 a 150 pesos; una de sufentanilo puede llegar a costar arriba de 1,200 pesos.

“Si no tuviéramos suficiente fentanilo, aunque sí suficiente cantidad de morfina podríamos sostener la atención médica”, comentó el doctor Guillermo Domínguez Cherit, “pero en un escenario en el que no tuviéramos fentanil o sus alternativas quedaríamos desarmados y tendríamos una crisis en la calidad de atención de los pacientes”.

Por su parte, el presidente de la Federación Mexicana de Colegios de Anestesiología señaló que el uso de morfina podría acrecentar los costos médicos ya que se requieren más dosis.

“Usar morfina es usar más dosis, gastar mucho más. Si la salud pública en México es un desastre y el desabastecimiento de medicamentos es muy fuerte, imagine en un escenario utilizar en vez de una ampolleta de fentanilo, vamos a tener que utilizar dos o tres de morfina. Pero no son iguales, el fentanilo es 100 veces más potente por lo tanto podemos utilizar dosificaciones efectivas”, puntualizó el doctor Enrique Hernández.

De acuerdo con el doctor Guillermo Domínguez Cherit, el fentanilo que se utiliza en los hospitales está bien resguardado y su ingreso es controlado por la Cofepris.

“Al ser un opioide sintético se puede fabricar con facilidad, de hecho, el problema que se está viviendo no es con el fentanilo hospitalario o el farmacéutico, esos están bien regulados por Cofepris, y cada unidad médica tiene que entregar cuentas perfectas de lo que se recibe y desecha.

“Llega a haber casos muy extraordinarios de alguien que se roba el fentanilo del hospital con fines personales, no para comercio. Hay hospitales que lo tienen en cajas fuertes”, aseguró el especialista.

En respuesta a una solicitud vía transparencia, la Cofepris informó sobre el otorgamiento de 116 permisos sanitarios, entre enero de 2017 y febrero de 2021, para la importación de materias primas o medicamentos relacionados con Fentanilo.

Estos se otorgaron a empresas como Janssen, Psicofarma, Lemery y Laboratorios Pisa, entre otros.

El presidente López Obrador dijo al respecto que con su gobierno se hizo “una revisión de los importadores del fentanilo, se depuró el número de importadores y se establecieron requisitos para otorgar el permiso, para usar el fentanilo con fines médicos”.

Aún así, planteó la posibilidad de  su prohibición con fines médicos.

“Entonces, aunque tenemos el control, que no se tenía antes, sobre el ingreso del fentanilo con usos médicos, de todas formas, al estar prohibido ya no habría ninguna posibilidad de que pudiese importarse y lo sustituimos por otros analgésicos, a ver si esto es viable, con el compromiso de que todo lo que entre de manera ilegal y por contrabando va a seguir siendo combatido”, dijo el mandatario.

Para la doctora Sandra Romero la solución no es quitar el fentanilo médico porque se afecta de forma importante a pacientes que lo requieren, y el que se prohíba no implica que no entre al mercado negro lo que derivaría en un efecto de consumo ilegal como ha ocurrido en Estados Unidos.

“Sería un impacto para el sistema de salud porque el otro tipo de opioides requieren mayor costo y conforme crece la tolerancia al fármaco los pacientes pueden llegar a necesitar otras combinaciones”, comentó la doctora Sandra Romero, “aunque digan que no generan adicción, la mayor cantidad de los opioides generan una adicción bioquímica o en otras ocasiones emocional porque en pacientes crónicos con altísimo dolor suelen requerir más para su día a día”.

El fentanilo que circula en las calles

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) señalan que el principal problema de salud radica en el fentanilo producido de forma ilegal y que circula en las calles, ya que sus precursores se pueden conseguir con facilidad.

En 2021, autoridades de Salud de Estados Unidos reportaron que en aquel país se dio un récord de muertes por sobredosis de drogas, más de 105 mil, y dos tercios de ellas relacionadas con drogas sintéticas, como el fentanilo.

“El fentanilo y otros opioides sintéticos han tenido un aumento rápido y dramático; las muertes por sobredosis relacionadas con estas drogas casi se han duplicado en los últimos dos años, de aproximadamente 35 mil muertes en el período de 12 meses que finalizó en octubre de 2019 a más de 69,000 en octubre de 2021”, reportó la cadena CNN.

De acuerdo al Informe Mundial de la ONU sobre las Drogas (2021), los grupos de narcotráfico mexicanos están involucrados en la exportación no sólo de heroína de México a Estados Unidos, sino también del fentanilo y sus análogos.

Según una base de datos de la Secretaría, en respuesta a una solicitud de información, de 2017 a junio de 2022 militares habían asegurado al menos 14 millones de pastillas de esta sustancia en el país.

El presidente López Obrador dijo en la conferencia de este 15 de marzo que con su gobierno han crecido “como nunca” los decomisos de fentanilo. 

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