Endometriosis: no es normal que menstruar duela

Georgina Navarrete

Se le considera “benigna” porque el crecimiento anormal del endometrio que la caracteriza no es canceroso; es decir: no se propaga a otras partes del cuerpo. Sin embargo, la endometriosis –inflamación del endometrio– dista mucho de ser un padecimiento leve o alejado de consecuencias graves en caso de no ser tratada.

Esta enfermedad, que afecta a las mujeres durante su vida reproductiva, es un proceso de crecimiento anómalo del endometrio –membrana mucosa que recubre la cavidad del útero–, que puede salir de su área natural, recubrir la matriz por fuera e incluso asentarse en cualquier lugar del abdomen y provocar implantes (placas pequeñas), nódulos (placas grandes) y endometriomas (quistes en los ovarios).

Entre otras cosas, la endometriosis se manifiesta con dismenorrea –dolor abdominal durante los períodos menstruales; dispareunia o dolor durante las relaciones sexuales; sangrado uterino anómalo y problemas reproductivos. Afecta a 1 de cada 10 mujeres y provoca hasta 50 por ciento de los problemas de infertilidad. Todo esto, “merma significativamente la calidad de vida de quien la padece”, señala Lourdes Flores, ginecóloga especializada en fertilidad y endometriosis.

No obstante, “los síntomas son comunes a otras enfermedades y no existen estudios de imagen ni análisis que sean concluyentes”, explica Flores. Un diagnóstico de endometriosis, puede tardar hasta 10 años, ya que “para llegar a ese punto se deben observar las lesiones de manera directa y eso solo sucede durante una cirugía y, obviamente, no podemos operar a todo mundo que llega con dolor”, señala la ginecóloga.

“Dependemos mucho de lo que las mujeres no cuentan y, lamentablemente, si en la sociedad no hablamos de la regla, mucho menos de cómo es nuestra intimidad de pareja. Así que si la paciente no le comenta al médico que tiene sangrados anormales, dolor menstrual y durante el sexo, muy difícilmente podremos orientar el diagnóstico a la endometriosis. Lo más común es llegar a esa idea porque las parejas no pueden tener hijos y se acercan en busca de soluciones a ese problema”, dice Flores Islas.
Estudios de la Universidad de Yale han asociado la endometriosis a trastornos psiquiátricos como ansiedad y depresión. “Las mujeres con endometriosis se la pasan enojadas y deprimidas porque el dolor es muy grande y les limita su vida, no pueden salir ni disfrutar y se ponen ansiosas porque temen el día que va a llegar la regla”.

El tratamiento debe ser multidisciplinario y, de inicio, puede llevarse con fármacos. “La cirugía es una opción final, cuando el dolor ya es insoportable y ningún analgésico lo alivia, o cuando la paciente busca embarazarse… por eso es importante buscar el diagnóstico temprano”, concluye la doctora Flores Islas.

Claves
1 de cada 10 mujeres en edad reproductiva padece endometriosis
Hasta 50 por ciento de las mujeres con endometriosis tienen problemas de infertilidad

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