Denise Dresser aborda las acusaciones de machismo, patriarcado y misoginia hacia quienes cuestionan la forma en que Claudia Sheinbaum gobernó la Ciudad de México y su actuar político al alero del presidente.
La politóloga expone cómo la “corcholata” se dice feminista sin serlo y pone como muestra cómo protege a Andrés Manuel López Obrador mediante la represión en contra de las mujeres que marchan contra la violencia.
Asimismo, relata casos de funcionarias con poder que también han querido utilizar su género como escudo evasivo, pero ser mujer, dice, no las exime de estar bajo el escrutinio público o de rendir cuentas.
Sheinbaum no es víctima del machismo, como aseguran sus seguidoras. Es quien ha puesto su inteligencia y convicciones al servicio de una izquierda en teoría feminista. Es quien copia al presidente y polariza con sus palabras. Es Claudia.
