Blanca Juárez
De las 831 investigaciones sobre trata de personas que las autoridades mexicanas realizaron en 2022, apenas 30 correspondieron a trata con fines laborales, según el Reporte sobre la trata de personas 2023, elaborado por el Departamento de Estado de Estados Unidos.
La falta de información sobre los derechos laborales y la normalización de que a las personas racializadas y empobrecidas les corresponden trabajos sin condiciones dignas impiden que se prevengan, denuncien e investiguen estos casos.
Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) este tema es una de sus prioridades en México, señala en entrevista Antonio Benavides, coordinador nacional del proyecto AccioNNAr.
Dicho programa, que está por arrancar, “tiene como finalidad combatir el trabajo infantil, el trabajo forzoso y la trata de personas”, explica. “Su principal objetivo es fortalecer e incrementar las capacidades institucionales del gobierno mexicano en aras de prevenir y combatirlos”.
Por lo tanto, agrega, “nuestras actividades, y la mayoría de las acciones que vamos a tomar, están encaminadas al fortalecimiento de los gobiernos federales, estatales y municipales en los estados los que se estará implementando el proyecto”.
Desde el análisis del Departamento de Estado de Estados Unidos, “el Gobierno de México no cumple plenamente con las normas mínimas para la eliminación de la trata de personas, pero está realizando importantes esfuerzos para lograrlo”.
Según indica dicha oficina del gobierno estadounidense en el reporte de 2023, “el gobierno disminuyó los esfuerzos de protección, identificando a menos víctimas y prestando servicios inadecuados”.
AccioNNAr es financiado con fondos del Departamento del Trabajo de estadounidense, que también está particularmente interesado en erradicar estos delitos. De hecho, el tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) prohíbe las importaciones producidas con trabajo infantil forzoso u obligatorio.
Más allá de las fronteras
La trata de personas es un delito en el derecho internacional. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), es el reclutamiento, transporte o recepción de personas para ser explotadas. Las formas de atraerlas pueden ser, entre otras: la amenaza, el uso de la fuerza, el fraude y abuso de poder.
“Si bien la forma más conocida de trata de personas es la explotación sexual, cientos de miles de víctimas también son objeto de trata con fines de trabajo forzoso, servidumbre doméstica, mendicidad infantil o extracción de órganos”, señala la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
El proyecto AccioNNAr, de la Oficina de la OIT para México y Cuba, será implementado principalmente en Chiapas, Yucatán y Quintana Roo. Esas entidades fueron elegidas porque “comparten características de organización, tienen situaciones de trabajo infantil y trabajo forzoso y” también son receptoras de personas migrantes, dice Antonio Benavides.
Sin embargo, va a operar a nivel federal, con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) tomando como piloto a esos tres estados de la federación. “Una vez que veamos que las acciones funcionen, se pueden compartir con otros”, agrega.
Y precisamente por el componente migratorio, el equipo liderado por Benavides también trabajará con autoridades de Guatemala, Honduras, El Salvador y Belice para compartir información y buenas prácticas. Población de esos países laboran en el sureste mexicano en diferentes sectores.
Datos como base para tomar decisiones
Antes de su puesta en marcha formalmente, el proyecto ya comenzó a tener avances. “Con apoyo del gobierno estatal de Yucatán, logramos que en julio se instalara en esa entidad la Comisión Intersecretarial para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección de Adolescentes Trabajadores (Citi). Hace 10 años que Yucatán no había podido instalarla”.
En Yucatán, el 12% de su población infantil y adolescente participa en el mercado laboral, por arriba de la media nacional de 11.5 por ciento.
En tanto, agrega, “hace dos semanas firmamos una carta intención con la gobernadora de Quintana Roo Mara Lezama para combatir el trabajo infantil, el trabajo forzoso, la trata de personas y la explotación sexual comercial”.
En dicha entidad la tasa de trabajo infantil es de 10%, sin embargo, es la cuarta entidad con mayor número de casos de trata de personas, después del Estado de México, la Ciudad de México y Sinaloa, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) en su reporte al corte del 31 de julio de 2023.
El informe mensual no señala en qué modalidad de trata fueron ubicadas las víctimas. Los datos disponibles tampoco dejan saber “el número de individuos procesados por delitos de trata laboral”, indica el reporte del Departamento de Estado.
“Uno de los objetivos particulares del proyecto es incrementar el uso de datos para el desarrollo de leyes o la implementación de protocolos. No podemos estar creando más protocolos con base a ideas o acciones, necesitamos la información”.
Es por eso que es tan importante la segunda edición de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) que será dada a conocer a finales de octubre, destaca. “De ahí van a derivar otros productos como, análisis de políticas públicas y de la situación de las entidades y así mejorar la implementación de lo que ya hay”.
El otro gran objetivo es una estrategia de comunicación. “Queremos crear materiales de difusión de los datos, pero no sólo para adultos, sino también para la infancia”. Las publicaciones estarán en las lenguas de las naciones originarias de Chiapas, Yucatán y Quintana Roo y serán adecuados para niñas y niños.
“Muchas veces los adultos tenemos toda la información, pero para las niñas, niños y los adolescentes es difícil entender un documentos con esas características”.
Actualización de la ENTI
El apoyo y acompañamiento de AccioNNAr será a las autoridades de los tres órdenes de gobierno. Como parte de las capacitaciones se insistirá en que una de las acciones para la protección de la infancia y la adolescencia es “garantizar a los padres condiciones de empleo decente”, pues eso les aleja del trabajo infantil y es más probable que se mantengan en la escuela.
La ENTI 2020, cuyos datos fueron levantados en 2019, arrojaron que más de 3.3 millones de niñas, niños y adolescentes se encontraban en condiciones de trabajo. Los sectores agrícola, minero, de la construcción y del comercio son los que más emplean la fuerza laboral de menores de edad.
En la siguiente edición de la encuesta, “que se levantó de septiembre a diciembre de 2022, vamos a ver una verdadera fotografía de cómo la pandemia de covid-19 afectó, si tuvo repercusión en el trabajo infantil”.
Pero para darnos una idea, en 2021 la Unicef informó que a nivel global la cantidad de niños, niñas y adolescentes que trabajan se elevó de 151.6 a 160 millones. La población trabajadora de entre 5 a 11 años de edad creció tanto que representaba “algo más de la mitad de todos los casos de trabajo infantil a escala mundial”.
