Celebran 50 años de Save the Children México con cena altruista

Carolina Gómez Mena

Como parte de la celebración de los 50 años de Save the Children México, el próximo 20 de septiembre se realizará la Cena en Rojo en el ex convento de San Hipólito. Será una “noche de gastronomía y altruismo”, pues con esta actividad se recaudarán fondos para financiar proyectos educativos de la agrupación.

Esta “experiencia gastronómica” reunirá a seis de los chefs más reconocidos en México, que aportarán su trabajo, creatividad y arte con la preparación de seis platos elaborados con ingredientes producidos en el país y que deleitarán a 500 personas.

Rodrigo Gallardo, chef operativo de Grupo Contramar señaló a La Jornada que “nosotros contribuimos con este granito de arena a favor de los niños mexicanos” y nos da “mucho gusto contar con proveedores de productos de la República mexicana”. Contramar preparará ceviche de lenguado con algas y maíces; “el pescado proviene de Puerto Libertad, Sonora, las algas de una granja de Ensenada y el maíz es de productores el estado de México. Habló de la responsabilidad social de los restaurantes del grupo: “en pandemia estuvimos haciendo comidas para los afectados, eran alrededor de 200 diarias, y “año con año colaboramos con Save the Children México”.

Fernando del Villar, director de operaciones de Grupo Migrante, también destacó que todos los productos con los que prepararán el coctel de bienvenida son nacionales, por ejemplo, callo de Ensenada y hongos de Villa Victoria, estado de México.

“Creemos en la necesidad de colaborar con asociaciones, y sobre todo en ayudar a la niñez migrante, y nos hemos acercado a asociaciones migrantes para dar empleo a personas en movilidad”.

Subrayó que “desde nuestras cocinas siempre hemos tenido la filosofía de que nada es estático todo migra, todo ingrediente ha migrado y México es una cuna de migrantes. Nuestro concepto se basa en la libertad, la migración cultural de productos y de técnicas”.

Gallardo destacó la necesidad de conocer de dónde provienen los ingredientes, de acercarse al huerto y ver cómo se crían los animales; así adquieres concientización. Hay que discernir que lo que está mal criado (por ejemplo, con maltrato animal), mal producido es malo para uno y para el medio ambiente”.

Citó la importancia de alimentarse de manera saludable, y lo complicado que puede ser lograrlo debido a el ritmo de trabajo de muchas personas y la amplia disposición de productos procesados y ultraprocesados, y precisó que se debe procurar optar por ingredientes saludables.

“Gabriela (Cámara) me ha permitido experimentar más con los vegetales, legumbres, muchas verduras y frutas” y añadió que retornar a la comida tradicional “nos permitirá generar un equilibrio para nosotros como seres humanos y para el medio ambiente”.

Llamó a no utilizar especies sobreexplotadas. “En Contramar no trabajamos ni el huachinango ni el robalo, porque son especies sobreexplotadas. Deberíamos fijarnos en la temporalidad de los productos. La gente siempre quiere comer proteína animal, porque está muy ligado al estatus social”.

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