Héctor Figueroa
El Senado aprobó por unanimidad una reforma al Artículo 2 de la Constitución para establecer el respeto al interés superior de las niñas, niños y adolescentes que vivan en pueblos y comunidades indígenas, a fin de que los usos y costumbres no vulneren sus derechos, como puede ser el matrimonio o el trabajo infantil.
En el dictamen, avalado por 76 votos y turnado a la Cámara de Diputados, los senadores advirtieron que las niñas y adolescentes que pertenecen a comunidades indígenas, donde la convivencia se rige esencialmente por usos y costumbres, corren mayor riesgo de sufrir actos que violen sus derechos, como es el caso de los matrimonios forzados.
Si bien es preciso garantizar el respeto de los usos y costumbres de las comunidades indígenas, como la Carta Magna lo establece, enfatizaron, también que se debe precisar que tales prácticas no pueden estar por encima de los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes.
“Con esta reforma constitucional se pretende contribuir a una protección integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes que pertenecen a las comunidades indígenas del país, considerando de suma relevancia el respeto a su interés superior, sin perjuicio del derecho a la autodeterminación de los pueblos originarios”, subrayaron.
El presidente de la Comisión de Estudios Legislativos Segunda, Rafael Espino, expuso que los matrimonios y uniones infantiles forzados tienen muchas causas, pero principalmente son impulsadas por normas de género que privan a las niñas y adolescentes de sus derechos sexuales y reproductivos.
La senadora Josefina Vázquez Mota, del PAN advirtió que nuestro país ocupa uno de los primeros 8 lugares en el mundo en materia de matrimonio forzado infantil, hecho que se da en no pocas comunidades y que no obedece a los usos y costumbres, sino que es consecuencia de que no se reconozca a las niñas, niños y adolescentes como sujetos de derecho.
